Hoy se celebran dos
fechas importantes para el ámbito educativo. El día del profesor, en
conmemoración a la muerte de José Manuel Estrada (Buenos Aires, Argentina, 13
de julio de 1842 - Asunción, Paraguay, 17 de septiembre de 1894), que fue un
importante orador, escritor, periodista y un gran educador. Los profesores
cumplen un rol fundamental en nuestro crecimiento intelectual y humano.
Representan figuras de autoridad, pero a la vez, de compañerismo y amistad. Son
un pilar fundamental de la sociedad y merecen su reconocimiento.
También, se celebra el
día del psicopedagogo en el que se recuerda el fallecimiento de Jean Piaget, un
reconocido psicólogo y filósofo suizo, cuyo aporte al estudio del pensamiento y
el lenguaje dio origen a la epistemología genética. El objetivo de la
psicopedagogía es potenciar al máximo las capacidades de niños, adolescentes y
adultos. Nos ayudan a poder enfrentar las adversidades.
Dos profesiones que
tienen en común el acompañamiento a lo largo del arduo camino del aprendizaje,
que requieren de una gran vocación y dedicación. Nos ayudan, brindan amor,
comprensión, paciencia y nos guían a ser una mejor versión de nosotros mismos. La educación es un derecho humano
fundamental y garantizador de otros derechos. En este marco, la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE) es una
acción conjunta de distintas Organizaciones Sociales comprometidas con la
educación en Argentina. Trabajan para que
todos los niños, adolescentes y adultos puedan acceder a ella.
En el Mes de la Educación desde Proyecto Pura Vida queremos dar un
inmenso reconocimiento a todas aquellas
personas que día a día trabajan para logran la inclusión desde el amor, la
solidaridad y el compromiso con el prójimo. Todos podemos ayudar a construir un
mundo mejor, con las mismas oportunidades para todos de aprender.
Así que les deseamos
¡Feliz día a todos los profesores y psicopedagogos que nos guían a lo largo de
la vida! Que nos regalan su conocimiento, tiempo y parte de sus vidas,
apostando por un mejor mañana.
Y para cerrar un poema de la Madre
Teresa de Calcuta
Por Rocío Vargas
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