jueves, 26 de septiembre de 2019

Nuestra casa en llamas: Los jóvenes en defensa del ambiente.


“Mucha gente pequeña,
 en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas,
puede cambiar el mundo” 
E. Galeano.

El cambio climático, entendido como la variación producida en el estado del sistema climático como consecuencia de la acción humana, es el principal problema ambiental que enfrenta la humanidad.
Sus principales causas son el uso desmesurado de combustibles fósiles, y los diferentes usos y actividades que se han ido produciendo en la tierra, como la ganadería, la megaminería a cielo abierto, el fracking, las cuales liberan emisiones de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono (Co2), y otras sustancias que resultan negativas para la atmosfera. Sus consecuencias ya comenzaron a percibirse: pérdida de biodiversidad, destrucción de hábitats, fenómenos meteorológicos extremos, aumento de temperatura global, derretimiento de glaciares, inundaciones, acidificación de océanos, y dan cuenta de que el cambio climático es una realidad innegable, y sus consecuencias no son solo ambientales, si no también sociales y económicas.

Ante este escenario de catástrofe ambiental, los jóvenes fueron quienes conscientes de esta problemática se organizaron y ocuparon las calles en ciudades y pueblos de todo el mundo denunciando el calentamiento global y exigiendo a sus gobernantes la declaración del Estado de Emergencia Climática. Fue así como se gestó el movimiento Juventud por el Clima y Alianza por el Clima que tiene como su principal referente a Greta Thunberg, joven estudiante activista que comenzó a manifestarse desde 2018 en el parlamento de su país (Suecia) todos los viernes para exigir a sus miembros el cumplimiento del Acuerdo de Paris (CMNUCC-ONU 2015) con un cartel de rezaba: "huelga escolar por el clima" (Skolstrejk för klimate). Esas manifestaciones ante el Parlamento, que en sus inicios tenian como única integrante a Greta, comenzaron a sumar manifestantes, sus compañeros de colegio, vecinos, cientificos hasta convertirse en un movimiento global: Fridays for Future, que nuclea a jovenes y ciudadanos de todo el mundo comprometidos con el cuidado y preservación del ambiente, quienes entienden que nuestros problemas ambientales no se solucionarán con respuestas individuales sino con grandes alianzas sociales. Así, el activismo de una jóven logró que jóvenes de todo el mundo salgan a las calles a luchar en defensa del ambiente. Lo que invita a pensar en lo que Greta , en una de sus intervenciones, afirmó: ”nunca somos demasiado pequeños para hacer la diferencia".


En lo que va del año, se realizaron 2 huelgas globales por el clima que resultaron multitudinarias. El viernes 20 del corriente mes de Septiembre comenzó la tercera huelga mundial: Semana Global por el Clima, tres días antes del comienzo de la Cumbre Climática de Emergencia de la ONU, en la cual se debatió sobre las políticas e iniciativas que los gobiernos de cada país deben implementar para detener el calentamiento global e incluyó por primera vez la Cumbre de la Juventud, en la que participaron jóvenes activistas climáticos de diferentes regiones del mundo. La Semana Global por el Clima se está realizando en numerosas ciudades y pueblos exigiendo medidas concretas y efectivas para luchar contra la emergencia socioambiental y concluirá el viernes 27 con una marcha mundial que se espera sea masiva. En Argentina, la misma comenzará a las 16hs en Plaza de Mayo, para luego marchar hasta al Congreso Nacional, con un acto final a las 18.30 horas a cargo de Alianza por el Clima, Fridays for future y Jóvenes por el Clima, también se esperan marchas a nivel provincial. A nivel mundial la web de consulta para enterarse días y horarios es Fridays for Future.

Por Paula Lucero para Proyecto Pura Vida

viernes, 20 de septiembre de 2019

Cómo construir las raíces de una nueva inclusión


#Inclusion

El 19 de septiembre se celebró el Día de las Personas Sordas en Argentina, conmemorando la creación del primer instituto nacional para personas sordas, la Escuela Bartolomé Ayrolo, en 1885. Este día fue fuertemente invisibilizado por la sociedad: no se habló en redes sociales de la misma forma que se habla del Día del Niño o el Día de la Madre o Padre, ni tampoco se discutió el por qué de ese día.
Pero aunque la mayoría de las veces no se reconozca, su difusión crece cada vez más. Esto se debe principalmente a organizaciones como la CAS (Confederación Argentina de Sordos). Fundada en 1957, la confederación tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas sordas y, a la vez, preservar, proteger y promover los derechos humanos, civiles y lingüísticos.


Ellos nos plantean una nueva forma de ver a la pérdida auditiva. Primero, cuestionándonos si es una discapacidad: “La discapacidad es un término por el que se da a entender una consecuencia de la deficiencia física o mental en una persona. Ahora, la ausencia de audición, ¿es una deficiencia? ¿es realmente una discapacidad hablar otro lenguaje? A un extranjero no se le considera discapacitado por el simple hecho de no conocer un idioma que no le es propio”. 

La discapacidad no está en las personas sordas, sino que está en el entorno que construye barreras en la comunicación con las personas “oyentes”. “Ahí radica el problema, porque conviven (o chocan) dos culturas y lenguas distintas”, nos explican.

La dificultad reside, entonces, en la comunicación y en el trato. Las personas sordas (tanto las usuarias de la Lengua de Señas Argentina como las que utilizan la oralidad) no sólo no tienen acceso a información en su idioma, sino que también se ven excluidos en distintos ámbitos.

El Estado no se encuentra presente: “no hay acceso a subtitulados y espacios destinados a intérpretes en canales abiertos ni a los servicios de interpretación en los organismos públicos del Estado, así como tampoco en los ámbitos laborales”.

En la educación, notamos algo similar. El sistema educativo es muy arcaico a la hora de adoptar medidas para la comunidad. A pesar de que en la Ley 26.378 se reconoce que las lenguas de señas poseen igual estatus que las lenguas orales y que deben ser respetadas y promovidas, esto no se aplica. “Hoy se piensa que la ‘inclusión’ es poner a niños sordos en colegios de oyentes sin pensar estrategias específicas para ellos, cuando en realidad esto no funciona. Para incluirlos, se les debe proporcionar entornos de aprendizaje en LSA con compañeros sordos y referentes adultos sordos. Sin esto, los entornos escolares son inaccesibles y excluyen a los niños sordos y, por lo tanto, se los considera discriminatorios”.

Entonces, ¿Cómo mejoramos esta realidad? Desde la CAS nos plantean dos acciones: primero, que el propio Estado escuche el reclamo de la comunidad sorda para que la Lengua de Señas Argentina sea tenida en cuenta en diversos aspectos de la vida. Y segundo, un panorama más asociado a la solidaridad y la disposición a aprender: “Necesitamos más concientización y difusión. Más información y acción. Necesitamos herramientas más potentes para empoderarnos a la vez y así poder acaparar los medios masivos a nuestro alcance y hacer presencia a través de nuestras acciones, ya que somos las propias personas las conocedoras de nuestra realidad y por ende, sabemos bajo qué condiciones podemos llevar una vida digna y equitativa”.


martes, 3 de septiembre de 2019

Echando Raíces para la Inclusión


#PuraVidaVerde



El Programa Huerta Laboral Inclusiva es un proyecto impulsado por la Secretaría de Integración Comunitaria de la Municipalidad de San Isidro, en el norte del conurbano bonaerense. Está destinado a la capacitación en el armado y mantenimiento de huertas agroecológicas para personas sin y con discapacidad intelectual.

La propuesta consiste en talleres anuales que se realizan con frecuencia semanal en un espacio cedido por el hipódromo de la ciudad, donde funciona el área de estudio. Al finalizar las clases, los asistentes obtienen el título de Promotor de PRO Huerta, un programa nacional que depende del INTA (Instituto Nacional de TecnologíaAgropecuaria). Se han egresado más de cien personas a lo largo de cuatro años. Una vez con el diploma se desempeñan en el área laboral en Puerto Libre, un centro para la tercera edad ubicado en Martínez, localidad del mismo municipio. Allí cuentan con un terreno de 1200 metros cuadrados, en el cual “Los Huerteros” realizan capacitaciones a los adultos mayores y además tienen la posibilidad de vender la cosecha. La iniciativa genera a su vez otras opciones de trabajo que consisten en brindar capacitaciones en colegios y empresas y en la creación de huertas a domicilio para la comunidad.

Proyecto Pura Vida accedió a una entrevista con Ignacio Floridi, quien está a cargo de los talleres en el área de estudio donde se desarrollan las actividades de este programa que concibe la inclusión junto a los valores asociados al cuidado del medioambiente.

-¿Cómo es la dinámica de un día en la huerta?
Llego y hago un recorrido con la primera clase. A partir de ahí se va evaluando lo que se necesita en el día y se va dando la clase. Al durar un año, en el curso pasás por todas las actividades. En algún momento necesitás sembrar, remover la tierra y realizar tareas que se requieren en cada estación del año. Tratamos de seguir el ritmo de la huerta.

-Además del aprendizaje de las técnicas agroecológicas, ¿Qué valores buscas transmitir con las prácticas llevadas a cabo en el programa?
La huerta no es solamente comer y ver algo crecer. Es mucho más que eso. No importa el tamaño, lo que genera es siempre igual: Generar relaciones, las prácticas agroecológicas, el cuidado del medioambiente, la alimentación saludable, la dignidad de las personas…

-¿Qué otras actividades realizan en el marco de esta iniciativa?

Hacemos campañas de prácticas ecológicas. Por ejemplo, ahora estamos trabajando con una empresa que se dedica a organizar eventos. Vamos a estar participando haciendo 8 huertas en vivo con público constante que se renueva. Lo producido va a ser donado a diferentes comedores. Estamos empleando a cinco personas ahí. Tres con discapacidad y las dos coordinadoras. Esa es otra cosa interesante del programa… No porque seas una persona con discapacidad vas a cobrar más o menos.  La integración es la base del proyecto.

-En una de las últimas notas del blog, un dato estadístico arrojó que el 65% de las personas con discapacidad en Argentina no tiene trabajo y tampoco lo busca. ¿Qué opinás al respecto?
 La vida laboral convencional no está preparada para las personas con discapacidad. Las empresas no están capacitadas para albergarlas. Esa es una falencia del sistema muy grande porque puedo dar fe que hay muchos que están aptos para tareas como, por ejemplo, el oficio de la huerta. Nosotros empleamos a veinte personas con discapacidad que reciben un sueldo por su propio esfuerzo. Lo que brinda este programa es una ayuda a los que normalmente no pueden conseguir un trabajo y por ahí no está en sus facultades mentales obtenerlo. Esta profesión te lo permite.