lunes, 28 de mayo de 2018

780 veces Gracias


A 229 km al noroeste del Obelisco en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra el barrio Acevedo, en la localidad de Pergamino. En sus inmediaciones se ubica la Escuela Monseñor Scalabrini, una institución educativa que abre ventanas, puertas y mundos a la comunidad. El proyecto que persigue la Escuela es brindar formación pedagógica integral y seguir la trayectoria de cada alumno desde el nivel inicial, pasando por el primario, secundario y artes y oficios, aclara Patricia González, Directora de la Institución.

Desde la escuela “se trabaja la inclusión, los valores de solidaridad, cooperación, unión y religiosidad”, continua explicando Patricia. Se hace hincapié en la atención integral a las familias, conteniéndolas en sus necesidades, muchas veces, insatisfechas. La formación en Artes y Oficios es pensada para que los alumnos que terminan el secundario así como padres de alumnos, puedan aprender un oficio que les permita insertarse en el mercado laboral. La apuesta es la capacitación en oficios como una vía para que las personas sean creadoras y protagonistas de su propia historia de vida.

La articulación entre Proyecto Pura Vida y la Escuela Monseñor Scalabrini empezó con un mail en el que la Escuela pedía colaboración para construir un aula taller de cocina para dictar el curso de gastronomía, del área de Artes y Oficios. El aula se construyó y ahora está en pleno funcionamiento. Actualmente se dictan dos cursos, Repostería Artesanal y Panadería, los talleres cuentan con 20 alumnos en total. Paralelamente, el aula también es utilizada por los alumnos de nivel inicial, primaria, y secundaria para diversos talleres. Es decir, toda la comunidad educativa, 780 personas, se ven beneficiadas con la construcción del aula.

Misión: cerrar el SUM y agregar 4 unidades sanitarias.
Una vez cumplida esa misión, la Escuela nos propone seguir trabajando en red para revertir una situación edilicia precaria. La nueva meta es cerrar el patio para convertirlo en un salón de usos múltiples (SUM) con 4 unidades sanitarias para ser usado por 760 alumnos a lo largo del año, en los talleres extracurriculares, sin tener que suspender actividades por lluvia o bajas temperaturas como venía sucediendo. Ahora, Mayo del 2018, estamos en la etapa de acopio de material y ni bien se tenga todo se va a empezar con la construcción.

Al ser consultada sobre la huella de la articulación entre las dos instituciones, Patricia, comparte emocionada, el “impacto de nuestro trabajo con Pura Vida ha sido muy importante, porque estamos convencidos de que un auténtico trabajo en red genera una mejor calidad educativa, y beneficia, ampliamente, a nuestros alumnos y familias. Cada una de las Instituciones, logra, a través de estos proyectos, ver sus objetivos”.

Por Martha Lucía Soto para Proyecto Pura Vida

Que se Puedan Escuchar Nuestras Voces


Un caleidoscopio es un tubo que tiene espejos en su interior que forman un prisma y si miramos por uno de sus extremos y lo movemos, podemos ver distintas y hermosas figuras geométricas multicolores. Quizás la Lic. Paula Tresols, presidente y fundadora de la Fundación Caleidoscopio, la cual trabaja con niños y jóvenes con diagnósticos de TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo) y Psicosis, llamó así a ese espacio deseando que la sociedad vea en esos chicos los múltiples colores y el brillo que desprenden. Para saber un poquito más sobre su trabajo a favor de la inclusión hablamos con ella.

-¿Por qué nace Caleidoscopio y con qué fin? Nace por una investigación en la Universidad de Buenos Aires sobre la integración escolar. Fui investigando qué pasaba con los alumnos con TGD y Psicosis en relación a su educación y con esos datos armé dispositivos de integración con mis pacientes terapéuticos que tenían un padecimiento importante en el ámbito educativo. Primero fue un equipo y luego tomamos forma, hasta que se decidió armar la Fundación. A partir de allí contamos con una parte clínica y otra de educación. Nuestro fin es elevar su calidad de vida e intentar su inclusión total en la sociedad.

-¿Qué significa tener esos diagnósticos? Estos diagnósticos son categorías internacionales. Trabajamos con niños y adolescentes que en su singularidad van construyendo sus posibilidades en la vida del modo más saludable. Favorecemos la posibilidad de que desplieguen al máximo sus potencialidades dentro del contexto en el cual se desarrolla cada uno y tomando a la escuela y a la familia como pilares fundamentales.

La realidad desde diversas ópticas
-¿Desde qué lugar se aborda y contiene a los chicos y qué respuesta reciben? El abordaje es singular y el armado del dispositivo es el que necesita cada paciente en cada momento. Contamos con diferentes profesionales donde el trabajo es en la transdisciplina, siendo necesario el trabajo en el "entre". En cuanto a la respuesta, ellos se encuentran en la Fundación como si fuera su casa, de hecho le decimos la casa de los niños. Hay pacientes que han recibido el alta y cuando nos pasan a visitar se presentan como antes paciente ahora amigo.
-¿Cuál es el principal obstáculo para integrarlos a la sociedad? El gran obstáculo es la sociedad, pero ellos se ocupan de hacerse sus pequeños pero sólidos lugares, desde ya que no es sin acompañamiento, pero la fortaleza que tienen sorprende a muchos. El otro gran obstáculo es el económico. La Fundación no tiene subsidios ni los padres pagan por el trabajo, nos sostenemos con el pago de las obras sociales que es de un arancel bajísimo y con una demora de entre 3 y 6 meses. También pasa que hay muchos tratamientos que no los pagan y tenemos que contar con la buena voluntad de los profesionales que cedemos parte de nuestros honorarios para que los chicos puedan tener esos lugares.

-¿Por qué creen que cuesta tanto lograr la inclusión y qué sienten que se necesita para que eso ya no sea un tema? A lo largo de estos años ha habido muchos movimientos en este campo. Ahora en una escuela hay chicos en situación de integración escolar, hace algunos años esto era una rareza. Hoy hay plazas que tienen juegos para chicos con discapacidad motora, antes no. Hay movimientos que van permitiendo cambios, no son óptimos pero van sucediendo. Considero que somos las personas las que hemos decidido y apostado a enfrentar el desafío de realizar instituciones, que de a poco vamos trabajando en red y haciendo ruido, esperando que se puedan escuchar nuestras voces. El nuevo desafío que nos proponemos en Caleidoscopio es la inclusión laboral. Tenemos chicos que al llegar a los 21 años siguen institucionalizados y que no tienen la posibilidad de un trabajo y de insertarse en la vida adulta. Nosotros estamos tratando de impulsar un proyecto para ellos, esperando que las políticas públicas nos ayuden a llevarlo adelante.

La tarea que lidera Tresols es titánica desde donde se le mire. Por un lado hay una apuesta a la personalización del acompañamiento terapéutico con los dispositivos de integración que responden a las condiciones particulares de cada individuo y, por otro lado, se profundiza en la inclusión desde una aproximación interdisciplinaria. Puede llegar a sonar muy obvio pero no lo es, porque abrir líneas de dialogo entre expertos disciplinares sin perder de vista las necesidades individuales es abrirse a un horizonte lleno de caminos y soluciones que quizás, antes, no se habían considerado. Aplausos de pie!




sábado, 26 de mayo de 2018

Bastón Verde

“El mayor placer que la riqueza 

confiere consisteen la capacidad 

de ayudar a los demás.” 

André Maurois


Desde la Casita de la Virgen, barrio la Cava en la localidad de San Isidro, al norte de la Ciudad de Buenos Aires, nos llega la historia de Fran, un nene 12 años que tiene baja visión. Fran no contó ni con la atención médica necesaria para su rehabilitación, ni con los elementos indispensables para, desde chiquito, aprender a manejarse en la vida con esta discapacidad. La deficiencia que tiene Fran afecta a más de 150 millones de personas en el mundo. Fue necesaria la gestión de la madre de Fran para que se pudiera contactar con la Doctora Mayo y así obtener su bastón verde.

El Bastón Verde es usado por personas con disminución o limitación visual que generalmente padecen Retinosis Pigmentaria, Glaucoma u otras patologías que generan la Baja Visión. Es una herramienta clave para su autonomía ya que les permite desplazarse de manera independiente y así desarrollar una cotidianidad integradas en la sociedad. El bastón verde fue implementado por Perla Mayo, una docente uruguaya radicada en Argentina, especializada en disminución visual. Es presidenta de la Asociación Latinoamericana de Baja Visión El derecho a ver y en una nota periodística afirma:

“Tenía muchos pacientes con glaucoma, que ven como si fuera a través de un tubito. Podían estar en un bar leyendo un diario, pero se levantaban y usaban bastón blanco. Era raro. ¿Sos ciego o ciego trucho? ¿Cómo explicar que en realidad ve el 20% de su capacidad visual? Entonces venían y me decían ¿por qué tengo que simular ser ciego? Yo pensé: no tienen grupo de pertenencia. Un día se me ocurrió agarrar un bastón y pintarlo de verde. Por esperanza. Y ahora van con su bastón verde, tranquilos. Y lo bueno es que la gente igual los asiste”. Existe una disciplina de rehabilitación para que quienes la sufren puedan leer, manejarse y, hasta incluso, estudiar en escuelas comunes.”

La labor de la Doctora Mayo ha mejorado la calidad de vida de muchas personas, les ha abierto la puerta de la inclusión y de la autonomía. Si antes de leer esta nota no sabias qué era el bastón verde, te invitamos a que le contes a tus amigos y conocidos sobre su significado. 


Por Florencia y Soledad Calabrese para Proyecto Pura Vida

lunes, 14 de mayo de 2018

3 Claves para Ayudar y Ser Felíz



En la escala de 1 al 5 qué tan poderoso/a te sentís para revertir situaciones complejas de niños y jóvenes, de personas con discapacidad o de comunidades sin acceso a servicios básicos?

Crees que esta fuera de tus posibilidades ayudar a alguien?

Consideras que es muy difícil encontrar una causa social que te toque el corazón?

Hoy compartimos 3 maneras super efectivas de involucrarte con el bien común, porque aunque te cueste creerlo SOS MUY PODEROSO y tu acción solidaria si hace la diferencia para crear un mundo mejor, más inclusivo y con oportunidades para todos.

1. Sumarse como Voluntario
El voluntariado es compartir mi tiempo y sumar mis conocimientos, destrezas y habilidades a beneficio de una causa de bien común. En ese sentido no hay restricción de edad o ubicación para sumarse como voluntario a una agrupación o institución. El voluntariado puede hacerse todos los días, una vez a la semana, una vez al mes o de manera esporádica para resolver situaciones puntuales como, por ejemplo, el acopio y traslado de donaciones. Siempre hay algo que uno puede sumar al otro, la pregunta es cómo saber qué es lo que el otro precisa? PREGUNTAR y nunca suponer.
Las organizaciones sociales tienen muchas necesidades o situaciones que deben ser revertidas y nada mejor que buscar la causa por la que siento afinidad, investigar las agrupaciones o instituciones que abordan esa temática y contactarlos. Gracias a internet se puede conseguir la información fácilmente así que estamos a un click de distancia de sumarnos como voluntarios.

2. Dar un Abrazo Financiero
Los recursos económicos siempre son bienvenidos y colaborar periódicamente y con constancia, con una institución es una ayuda muy valiosa y altamente efectiva. También está la opción de participar generosamente en rifas, sorteos, subastas, ferias americanas, maratones, funciones de teatro, cenas o almuerzos organizados con la finalidad de recaudar fondos. El día a día de una organización requiere una logística, a veces invisible para el afuera, y esa logística demanda de un soporte financiero clave para sostener y profundizar la ayuda de la organización. Se puede concretar la donación de manera segura y confiable con tarjeta de crédito, débito automático o podes acercarte y hacerla en efectivo en la institución. Es importante consultar cual es la vía más prolija para concretar la ayuda. 

3. Consumir Responsablemente
Muchas empresas están haciendo foco en su función social y a partir de esa inquietud desarrollan programas de RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Otras empresas, desde su génesis, son concebidas para crear impacto positivo en la esfera social y ambiental y son las llamadas Empresas B. Nosotros, los consumidores, tenemos la posibilidad y el poder de elegir los productos y servicios de esas empresas de esta manera alimentar un sistema amigable con la comunidad y con el medio ambiente.

Con estas 3 sencillas acciones, entre todos podemos dar una mano a quienes más lo necesitan. Esperar, pasivos, a que venga otro y resuelva todo, es también parte del problema porque así nos llenamos de indiferencia. Los corazones generosos y compasivos son inquietos y en las situaciones difíciles ven oportunidades para compartir y ser felices creando lazos solidarios. 

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Por Martha Lucía Soto para Proyecto Pura Vida

martes, 8 de mayo de 2018

"Hasta su Sonrisa Hubiera Donado"


Todos los 8 de mayo se conmemora en Argentina el Día Nacional contra la Violencia Institucional, declarado en memoria de la Masacre de Budge ocurrida en 1987 en el Gran Buenos Aires. Todas las historias de violencia institucional son parte de la historia de nuestro país, el dolor de cada familia se convierte en nuestro dolor y la lucha de las víctimas es la lucha de toda una Nación.

Por eso, quiero que conozcas a Silvia. Tiene una sonrisa que ilumina todo. Una sonrisa que da vida, pero que nació del dolor más profundo y abraza a otros corazones, porque “eligió volver a sonreír, eligió luchar”.

Esta lucha le pertenece a la mamá de Maxi Tasca, víctima de violencia institucional, y fundadora de Madres del Dolor.

Maxi estudiaba en la Universidad y disfrutaba de sus 25 años con sus amigos, “hasta que se cruzó con un mal policía”. Ocurrió un 29 de diciembre de 2001 en el barrio de Floresta, en plena crisis social. Un mal policía (como hace referencia Silvia, dejando entrever que hay buenos policías) mató a quemarropa a tres jóvenes dentro de una estación de servicio. Uno de estos jóvenes era Maxi, el hijo de Silvia.

A pesar del dolor tan infinitamente inmenso, ésta mamá (una mamá común, como la tuya, como la mía), con muchísimo coraje, dedicó su vida a erradicar la violencia institucional: “para mí, violencia institucional es un uniformado que utiliza el arma en vez de la palabra. Una bala mata, la palabra enseña”.

Todos los días se levanta pensando en Maxi, le da un beso a su foto y le pide que la acompañe y ahí comienzan su día, juntos. Así comienza su lucha diaria. Llevando su historia a efectores de seguridad para concientizar sobre esta problemática, difundiendo su libro para que su dolor abrace otros dolores, trabajando en la Fundación Madres del Dolor conteniendo a otras familias que enfrentan muertes violentas y, entre otras maravillosas cosas, trabajando en protocolos y campañas para la donación de órganos.

“Soy mamá donante, una decisión que ayudó a calmar un gran dolor. Ahora Maxi está en varias personas. En mi caso, me ayudó mucho esta posibilidad de "dar", de donar vida.”

El policía que mató a Maxi, debería haberlo cuidado, debería haberle garantizado su derecho a la vida, a la seguridad. “Le pegó un balazo en la nuca, arruinó su vida y la de todos nosotros”, dice Silvia con templanza pero con un dolor que está intacto, que sigue ahí para resignificarse en cada cambio que haga desde la Fundación, en cada página de su libro “Huellas”, en cada donación de órganos.

“Es tan reconfortante saber cómo las personas trasplantadas ‘honran a sus donantes’ cuidando ese órgano nuevo que les da la oportunidad única de VIVIR. Si hubiera sido posible, hasta su sonrisa hubiéramos donado”. Y es casi es un esfuerzo leerla sin emocionarse.

Las lágrimas de Silvia se transformaron en acciones: hoy es parte de las mesas de protocolo especial a nivel nacional para agilizar la participación de los actores institucionales en casos de muerte traumática de un donador. Y si ella convirtió su dolor de esa forma, ¿cómo no vamos a seguir su ejemplo?

Digamos "Basta" a la Violencia Institucional. Si tenés dudas o querés hacer una denuncia, comunicate al 0800-122-5878.

Sigamos el ejemplo de Silvia y de Maxi
El trasplante sólo es posible gracias a la voluntad de quienes dan su consentimiento. Por cada donante, ¡se pueden salvar hasta siete vidas! Silvia respetó la decisión de Maxi, que estaba plasmada en su D.N.I, decía “donante de órganos”. ¿Todavía creés que es una decisión que puede esperar? En este día de lucha contra la violencia institucional te invito a que afiances tu compromiso para construir un lugar mejor: convertite en Donante de Órganos.

¿Cómo hago?
El Registro Nacional de Expresiones de Voluntad para la Donación de Órganos y Tejidos para Trasplante concentra todas las manifestaciones en relación con la donación de órganos de todo el país. Hacete donante ahora, entrá acá


**Canción "El oficial" compuesta por No te va Gustar, sobre la Masacre de Floresta


 Por Noyu Vega @noyuvega para Proyecto Pura Vida

viernes, 4 de mayo de 2018

Jungla de Cemento o Diseño Urbano Inclusivo? Esa es la cuestión



Ni las calles ni las normativas porteñas son muy amigables para las personas con discapacidad, quienes para desplazarse, estudiar, trabajar o simplemente vivir en la Ciudad de Buenos Aires atraviesan odiseas que muchos ni imaginamos. Esa suerte de grandes balas de cemento que supuestamente marcan el límite entre la vereda y la calle, donde ya no hay cordón, sin ir más lejos, si dependés de detectarlas con un bastón se parecen mucho a una trampa. En Fundación Rumbos están trabajando para cambiar las leyes, y esas realidades

¿Qué es una ciudad inclusiva? Una donde la gente, sin importar sus dificultades para transitar o moverse por cuestiones de discapacidad transitoria o permanente, puede desarrollar una vida plena: estudiar, trabajar, recrearse, usar los espacios públicos, el transporte, las veredas. Suena simple, elemental, pero al mismo tiempo no sucede y no lo vemos. “Esto que es tan natural para tantos ciudadanos no lo es para quienes tienen dificultades motoras, auditivas, visuales o intelectuales”, dice la arquitecta Silvia Coriat, miembro de la comisión directiva de Fundación Rumbos. Esta organización, que se dedica a mejorar la accesibilidad de las personas con discapacidad, impulsó y participó en la redacción de la Ley 962, vigente desde mayo de 2003, que incorpora criterios de accesibilidad al Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora están alertando sobre los borradores de un nuevo Código presentado por el Gobierno de la Ciudad, que, para los involucrados, básicamente representa un retroceso de 20 años.

“Hay una cantidad de excepciones que se han incorporado que relativizan mucho la aplicación de la accesibilidad, la obligación de cumplir con ella en espacios que son claves. Después de estos años en los que mundialmente la temática de derechos humanos de las personas con discapacidad y de adultos mayores (que cada vez son más) se va desarrollando y está cada vez más presente, nos encontramos que este borrador del Código no solo no corrige estas limitaciones, sino que las agrava”, explica Coriat.

¿Dónde aparecen los obstáculos más serios? “En planes de vivienda social, el Código anterior admitía que se las destinara en edificios de planta baja y hasta dos pisos por escalera. Y esto ya era un problema, porque ¿qué hace una familia donde por ejemplo aparece una cardiopatía, o, por un accidente, se tiene un problema grave en la columna y no se puede caminar, viviendo en un segundo piso por escalera? La idea de que se adjudican viviendas en planta baja a personas con discapacidad es correcta pero insuficiente, porque no se puede suponer que solo van a tener discapacidad quienes son beneficiarios en determinado momento, es un imponderable que puede aparecer a lo largo de la vida. Entonces, el criterio que habría que sostener es el que plantea Naciones Unidas: que las viviendas de interés social deben ser mínimamente visitables. Esto significa que toda la casa tiene que ser accesible, desde las partes públicas, como el living, hasta el baño, y que además tiene que ser adaptable en caso de que sus habitantes adquieran una discapacidad. Esto no solo no se está tomando en cuenta este borrador, sino que se suma el agravante de que ahora se habla de planta baja y tres pisos por escalera”.

¿Qué pasa con los espacios públicos? “Los comercios ya figuraban con excepciones en el Código que está vigente hoy. Pero ahora se incorpora, por un lado, que los que tengan una superficie menor a 100 metros cuadrados pueden quedar libres de brindar accesibilidad, lo cual se complementa con una ordenanza de 2004 que se mantiene vigente y dice que todo comercio habilitado, antes de la Ley de Accesibilidad de 2003, también queda libre de brindarla. Con el Plan de Peatonalización que tiene el gobierno de la Ciudad hay también dificultades para las personas que no ven: se generan obstáculos que antes no estaban al tener al mismo nivel la vereda y la calle y pretender resolverlo con los bolardos, estos elementos muy volumétricos que aparecen cada tanto marcando una línea virtual de división. Lo que pasa es que las personas ciegas no tienen cómo detectarlos hasta que chocaron con ellos. Ahora se están instalando unos con forma de bala, con una panza que sobresale y despista al bastón: el bastón va avanzando pero si se mete justo en el angulito que queda porque la base es más angosta que la panza no se entera de que se está encontrando con un obstáculo y se lo lleva por delante. Y el tema de las veredas rotas también es muy grave y alcanza niveles epidemiológicos en la cantidad de caídas que provocan, sobre todo de adultos mayores.

Y también hay falencias grandes en la accesibilidad de las escuelas. “Es lamentable, hay una permisividad con las escuelas privadas muy grande. Y lo que se incorpora en este borrador de Código, que no podíamos creer cuando leíamos, es que aquellas escuelas que sean antiguas y presenten serios impedimentos para tornarse accesibles pueden permanecer inaccesibles. Nosotros creemos que eso no puede ser. Si el edificio no se puede transformar en accesible que la escuela se mude, pero los chicos no tienen que ser la variable de ajuste”. 

La propuesta de modificación de los apartados referidos a la accesibilidad para personas con discapacidad en este nuevo Código de la Edificación, firmada por legisladores y representantes de las organizaciones de la sociedad civil, ya fue presentada ante las autoridades de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura de la Ciudad. El pedido fundamental de Fundación Rumbos y REDI (Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad) es que se constituya una Mesa de Trabajo integrada por legisladores, profesionales especializados, personas con discapacidad y organizaciones que las representan, para reelaborar esos artículos referidos a la accesibilidad cumpliendo con los tratados internacionales. Porque esta no es sólo una cuestión de buenos vecinos, sino de derechos humanos. 

Que circule!

Si querés participar y sumarte a quienes firman el pedido, que podés leer acá, mandá un mail a fundacion@rumbos.org.ar indicando tu nombre o institución, cargo y DNI. Y difundilo en tus redes o entre tus contactos.



jueves, 3 de mayo de 2018

Un Plato de Comida


Al llegar el invierno, quienes están en situación de calle son los más damnificados. La colaboración y la solidaridad pueden ser puentes para combatir el frío y así ayudar a quienes más lo necesiten. Podemos ofrecer abrigo, un plato de comida caliente, y por sobre todas las cosas, contención.

Calles Solidarias es una organización formada en el año 2013 que trabaja para mejorar calidad de vida de quienes están en situación de calle. Actualmente el radio de acción es Morón, al oeste de la Ciudad de Buenos Aires, se organizan con voluntarios de cocina, de transporte y de plaza. La misión es poder no sólo brindar una comida, sino compartir de una charla, una anécdota, una experiencia de vida o un abrazo.

Santiago Di Mateo, Agustina Faita y Nahuel Nievas decidieron que querían acercarse a las personas en situación de vulnerabilidad que veían por su barrio. Con el correr del tiempo, cada vez eran más las personas que se sumaban a las recorridas solidarias y comenzaron a organizarse con días, lugares y horarios fijos. La voluntad de tres amigos fue el motor de la unión de diversos corazones solidarios.

Calles Solidarias opta por llevar un plato de comida, pero no sólo por el hecho de brindarles un alimento, sino utilizando la comida como un nexo que lleve a poder tener una conversación y un momento compartido junto a ellos. Ese plato, es el puente para llegar a esa persona.

Luciana Valva, parte de la organización social, explica: “Siempre que podemos, ayudamos un poquito más. Por ejemplo, cuando está por nacer un bebé hacemos campaña para recolectar lo que necesite, o cuando alguien va a recibir una operación lo mismo. Intentamos conseguir medicamentos, acompañarlos en trámites de pensión, etcétera. Hacemos de madre, de hija, de nieta, de amiga, de todo”.

Luciana explica que en la mayoría de los casos Calles Solidarias es esperada con ansias: "Intentamos generar un vínculo y la gente lo toma bien, la relación siempre es buena. Nos conocemos por nombre, festejamos los cumpleaños, días festivos y ellos nos esperan y agradecen. Se sienten importantes y queridos”
La recolección de abrigos o la idea de compartir un plato de comida caliente puede ser la iniciativa de cualquier persona, sea en grupo o no. Como sostienen en Calles Solidarias, la misión “es ser un semillero que contagie las ganas de ayudar y fomente la solidaridad entre las personas”. Quienes se quieran sumar pueden contactarse con la organización mediante cualquiera de sus redes sociales. A la vez, existe la posibilidad de colaborar con donaciones de alimentos, abrigos y también difundiendo su actividad.

Esta pequeña y gran organización sirve como ejemplo perfecto para quienes quieran sumarse a un grupo solidario o simplemente para comprender cómo un pequeño granito de arena puede cambiar una realidad. Citando a Luciana: “si esperamos una gran oportunidad para ayudar a otro puede que nunca llegue o que tarde mucho, pero oportunidades pequeñas encontramos siempre, hay que aprovecharlas. Quien tenga ganas de ayudar, siempre va a encontrar una forma”

¿Cómo colaborar en este invierno? Doná ropa de abrigo, reuní amigos y repartí infusiones calientes y comida, unite a una organización social o creá pecheros compartidos en tu barrio. También, desde Proyecto Pura Vida lanzamos la campaña #TejedorxsPuraVida en donde convocamos a voluntarios que sepan tejer a juntarnos una vez por semana a confeccionar mantas, ponchos y ropa de abrigo. Info para sumarte como tejedor voluntario en scalabrese@proyectopuravida.org