“A
diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a
igual, la caridad se practica de arriba hacia abajo, humilla a quien la recibe
y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder: en el mejor de los casos,
alguna vez habrá justicia, pero en el alto cielo. Aquí en la tierra, la
caridad no perturba la injusticia. Sólo se propone disimularla”. - Eduardo Galeano
El texto de
Eduardo Galeano nos muestra como dos palabras, que en el imaginario social tienen
una connotación similar de ayuda a los demás, en realidad tienen significados disímiles. Y, una vez que prestamos
atención, no podemos volver a utilizarlas del mismo modo.
Para
poder entender la raíz del razonamiento, empezamos por la definición etimológica
de cada palabra según la Real Academia Española:
Caridad
(del latín cáritas), en
la religión cristiana es una de las tres virtudes teologales, que consiste en
amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Es la limosna o
auxilio que se da a los necesitados.
Solidaridad (sociología). Es
una adhesión circunstancial a la
causa o a la empresa de otros.
Ambas
palabras involucran al otro, al prójimo. Pero hay una distinción importante: en
la caridad, como menciona Galeano,
la relación es vertical. Por un lado, el que da limosna, que tiene más (está
situado arriba), y el necesitado, el que está en situación de vulnerabilidad
(está situado abajo). Ejercer la caridad
no erradica el problema, lo perpetúa. El que más tiene ayuda a sobrevivir a los
más necesitados, pero como una forma de solución instantánea, pasajera,
de no involucrarse. Caridad implica colaborar
desde un lugar cómodo, de forma material,
para ocultar el problema, para no verlo. Aunque el problema sigue estando.
En
cambio, en la solidaridad, el otro es un semejante, es alguien que tiene una necesidad concreta en este momento y al que nosotros efectivamente podemos ayudar a
transformar su realidad. La solidaridad implica dar desde el corazón, generar
una ayuda real y, además, propiciar la escucha atenta, el respeto y la empatía. A la
solidaridad hay que vivirla como una acción voluntaria con efecto
transformador social, como una forma de compartir el dolor ajeno y aportar lo que sea necesario para remover las
causas de ese sufrimiento. La solidaridad en definitiva es hermandad, es
ponerse en el lugar del otro, es actuar con compasión.
En
Proyecto Pura Vida nos ponemos la camiseta de la solidaridad. Y nuestra manera
de hacerlo es visibilizar la acción de ONG´s que asi también lo hacen. Los
invitamos a vincularse de alguna manera con las acciones que difundimos. Puede
ser siendo voluntario o puede ser difundiendo las propuestas que apoyamos.
Por
Marina Santilli