Consumo social responsable: ¿cómo incorporarlo a nuestra vida cotidiana?

El consumo responsable no pasa solo por la elección de un producto que no incluya mano de obra infantil, también se pueden tener en cuenta muchas otras variables que pasan por nuestra vida cotidiana. 

Partamos de algo esencial como los alimentos. Muchas veces, por costumbre, uno consume alimentos y suele cocinar más de la cuenta. En la actualidad, es natural para muchos hogares tirar la comida. No se toma conciencia de la cantidad de personas que se puede alimentar con esos desechos.

Se puede incorporar el hábito de refrigerar algunos alimentos para poder consumirlos después. No hace falta cocinar de más bajo el lema mejor que sobre y no que falte. La comida que se tira no puede ser consumida después. En ese caso, sería mejor apartarla y no tirarla con el resto de la basura. Esto conlleva otra problemática a tener en cuenta: el medio ambiente.

Debemos adoptar una manera diferente de consumir, apuntando a generar menos residuos de la mano del reciclado y la reutilización, incluyendo una mirada social y solidaria con los recuperadores urbanos. Es por eso que la ciudad incorporó las bolsas biodegradables (las de color verde y negro). Es importante usar estas bolsas y no las otras ya que contaminan más. Hay muchas fundaciones que apoyan estas movidas, entre ellas destacamos a 

- Fundación UNIDA  www.unida.org.ar

- Fundación Proteger www.proteger.org.ar

-ARPET  www.arpet.org

- Fundación Biosfera www.biosfera.org

- Asociación Argentina de Periodistas Ambientales www.periodistasamb.org.ar

- Donde Reciclo www.dondereciclo.org.ar

- Banco de Bosques www.bancodebosques.org

- Fundación Reciduca www.reciduca.org

Es cuestión de poner bajo tela de juicio algunos de nuestros hábitos y adaptarlos para que repercutan de manera positiva en la sociedad. Por supuesto que hay muchas otras maneras de ayudar, pero podemos empezar con cosas básicas como estas.