Definitivamente vivimos un presente en donde la tecnología, los juguetes de última generación y el marchandising impera. Sin embargo, hay manera más humanas y emotivas de fomentar la creatividad y la imaginación inherentes a los niños.
Por tal motivo, desde Proyecto Pura Vida proponemos un recorrido por la nostalgia, por un pasado en el que se inventaban castillos con cajitas de remedios o de barro, autos con cartones y chapitas de gaseosa, y muñecos con ojitos de botones. Al finalizar este recorrido, anímemonos a apagar la tele, cerremos la computadora y busquemos junto a nuestros hijos, sobrinos, vecinos o ahijados objetos que se puedan reutilizar para inventar juguetes originales y distintos. Garantizamos que será un excelente instante de encuentro que los niños nunca olvidaran.
Por Noli Palacio
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