Mapuche, Kolla, Diaguita, Mbya Guaraní, Qom y Wichí son sólo algunos de los pueblos originarios que habitan nuestro territorio desde tiempos remotos. Hoy, 9 de agosto, es una gran ocasión para tener presente la diversidad de contextos, formas de vida y cosmovisiones que coexisten actualmente en nuestro país. En este día se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. Esta fecha conmemorativa fue establecida en 1994 por la ONU. El 23 de diciembre de ese año, la Asamblea General resolvió instaurar el período 1995-2004 como el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo.
En 2004, la Asamblea proclamó un Segundo Decenio bajo el lema “Un decenio para la acción y la dignidad”. El tema central del Día Internacional 2013 es “Pueblos indígenas construyendo alianzas: En honor a los tratados, acuerdos, y otros arreglos constructivos”. Este lema subraya la importancia de los tratados establecidos entre Estados y grupos indígenas que tienen como objetivo reconocer y resguardar los derechos de los pueblos originarios y construir un marco de convivencia y de relaciones económicas fructíferas. Los acuerdos también definen una visión política de varios pueblos soberanos de un mismo territorio y regidos por los principios de amistad, cooperación y paz.
Desde hace algunos años, los pueblos originarios de Argentina están comenzando a recobrar sus derechos. Uno de los hitos más recientes en el reconocimiento efectuado a los grupos aborígenes se gestó en la reforma de 1994 de la Constitución Nacional. En el artículo 75 inciso 17 se afirma la preexistencia de las comunidades indígenas argentinas y se reconoce los derechos a la tierra, identidad, educación, lengua y cultura que les son propios.
Mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas argentinos no es un tema ajeno a la Comunidad de Hacedores. Arte y Esperanza es una ONG que trabaja desde 1986 en beneficio de los pueblos aborígenes. Bajo las normas internacionales del Comercio Justo, ofrece fuentes de trabajo digno a más de 500 familias de artesanos de las comunidades Kolla, Wichí, Qom-Toba, Mbya-Guaraní, Pilagá, Chané, Diaguita Calchaquí y Mapuche. A través de la comercialización de sus productos, estos grupos tienen la posibilidad de progresar económicamente y gestar alianzas constructivas con distintos actores de la sociedad.
A su vez, Arte y Esperanza cuenta con tres tiendas, ubicadas en San Isidro y Capital Federal, que fueron pensadas como espacio de encuentro donde se entrecruzan las diferentes culturas que enriquecen nuestro ser argentino. Allí se exhiben las artesanías y piezas de arte elaboradas por las familias aborígenes, como así también, se promueve la difusión de la historia y de la situación actual que atraviesan los pueblos originarios.
Multiplicidad de culturas y diversidad de cosmovisiones son conceptos que atraviesan la identidad argentina. Y es por esto que afianzar nuestra idiosincrasia como país multiétnico se vuelve un desafío constante. Aprovechemos esta fecha conmemorativa para recordar dos ejes centrales que constituyen nuestro ser nacional: el rescate histórico de las tradiciones y la reivindicación que merecen los pueblos precursores de nuestras entrañables tierras.
Por Ailín Lennard
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