miércoles, 20 de marzo de 2013

María Cristina Pecoro - La mujer detrás de AMAS

Entrevista a María Cristina Pecoro, directora de AMAS  (apoyo a la Madre Sola)

“De todas estas mujeres admiro el empuje, el coraje, las ganas de salir adelante y el amor por sus hijos”

En este mes dedicado a la mujer, Proyecto Pura Vida dialogó con la presidenta de AMAS, la institución que ya cuenta con más de 25 años en Venado Tuerto, Santa Fé, valorada por ser la única en la zona abocada plenamente a brindar ayuda y contención a las madres solas y sus hijos. En sus palabras, María Cristina destacó la lucha incesante de estas mujeres, de su trabajo diario por mejorar sus destinos y el de sus niños; y subrayó el placer y la felicidad que genera la misión de dar y ayudar. “Soy una convencida de que cuando uno da, siempre es mucho más aún lo que recibe”, expresó esta mujer, modelo de valor, de coraje y de amor.



- Cristina, para comenzar, contanos un poco tu historia, cómo te acercaste a la fundación, qué te llevó a formar parte de ella, y ser su directora.

En realidad, mi primer acercamiento tuvo que ver con que ya mis tres primeros hijos estaban grandes, tenía un nuevo hijito de cuatro años y, como yo sabía coser bien y siempre me había gustado, sentí que podía brindar algo de mi tiempo en ayudar por lo menos con esto a alguna institución. Así que empecé y, como ví que a las chicas les entusiasmaba, de ir una hora dos veces por semana, comencé a ir dos horas, y cada vez más. Después, hablando con la gente de la Comisión, yo les preguntaba con qué fin se les enseñaba en ese momento. Estoy hablando del año 2000-2001, en donde la situación del país era muy complicada. Y a las chicas uno les daba una capacitación en costura o en cocina, pero la pregunta era qué hacían luego con eso. Entonces, desde la Comisión de ese momento, vieron que yo quería hacer algo más, ellas estaban muy cansadas; y fue allí que me propusieron reunir más gente, formar una Comisión y en la siguiente Asamblea hacerme cargo de la institución. Entonces, yo dije: “No, no tengo tanta gente conocida, no soy ni nativa de Venado Tuerto”. Pero bueno, todo fue muy sorpresivo y de golpe. Primero lo hablé con mi familia, y no estuvieron muy de acuerdo, por todo el tiempo que esta nueva función me iba a demandar. Pero en el camino, durante esos días, hasta que se hacía la Asamblea, fui encontrando gente que en las conversaciones me decía que tenía interés en brindar algún servicio social; yo les comentaba del ofrecimiento que me habían hecho, y fueron surgiendo respuestas espontáneas de “Sí, dale, yo te acompaño”. Y la cuestión fue que sí, se formó un grupo de gente, llegó la Asamblea, nos presentamos, y llegué a mi casa con la noticia de que era la nueva y feliz presidenta de la Comisión de AMAS.

- Y qué más te acercó a AMAS en ese momento, además de querer capacitar a estas chicas en costura? Qué creés que fue lo que realmente te motivó a hacerlo?

Sinceramente, en ese momento sólo pensé que allí necesitaban quién les enseñara y que yo lo sabía hacer. Empleaba mi tiempo solamente en el cuidado de mi hijo chiquito y ayudaba a mi marido en su negocio. Pero se me presentó cada vez más está idea de devolver algo de lo mucho que Dios me ha dado en la vida. Siempre pienso que Dios me preparó para estar en ese lugar y comprender un montón de situaciones, porque yo también fui una mamá sola, con tres chicos sentados alrededor de una mesa sin saber qué poder darles de comer.

- Es decir, que estas situaciones que hoy ves a diario en tu institución, las experimentaste vos misma en su momento? 

Exactamente. Yo aprendí y sé cuál es el valor de diez centavos. Y esto siempre se lo traslado a las chicas como experiencia, a estas mamás que cada vez son más chicas, la mayoría menores. Entonces, uno no habla desde lo que puede pensar que es lo mejor para ellas en esa situación, sino desde haber vivido esa misma situación.



- Y qué valorás más de las mujeres que hoy están en AMAS?

Lo que más valoro de las chicas es la fuerza de llevar adelante sus embarazos, y la fuerza de querer salir de la situación en la que están viviendo. Y de todas estas mujeres admiro el empuje, el coraje, las ganas de salir adelante y el amor por sus hijos. Muchas de estas mujeres se acercan por temas de violencia de género, o de abuso en las menores.

- Son ellas las que acuden a ustedes, o es la institución que, si se entera de alguna situación en particular, las busca para asistirlas?

Todas ellas viven en el hogar. La mayoría, son menores que ingresan por denuncias, por situaciones de vulnerabilidad social. En un primer nivel, las instituciones sociales, a través de los asistentes sociales del Municipio, trabajan con la problemática, con las familias. Cuando este primer nivel ya no puede solucionar este contexto, se va a Delegación, y allí, en base a la historia de esa persona, se indica a través de una medida excepcional, que toma entonces el Juzgado, que se cobijen en el hogar. Si se trata de mamás adultas, generalmente vienen ellas, porque saben de nuestra existencia y no tienen dónde estar. Es decir, que si son mayores pueden venir solas, si ellas lo necesitan, y también retirarse cuando sientan que ya pueden afrontar solas la vida. Con todas ellas, menores o no, se intenta que terminen la escuela, enseñarles un oficio; y también les brindamos atención médica, psicológica, y todo lo que implica hacerles los trámites necesarios para que, por ejemplo, los chicos puedan tener un documento, ya que muchos de los que llegan aún no lo tienen.

- Para finalizar, contame un día en el hogar, y qué rescatarías de mayor valor en esas vivencias para dar como mensaje en esta nota pensada especialmente para el mes de la mujer.

Un día aquí es muy difícil y duro, pero también muy gratificante. Es llegar y organizarnos entre todos los integrantes, con las asistentes sociales y profesionales de psicología social, para asistir a las chicas. En ellas hay mucha demanda de tiempos, de oírlas, de hablarles. Y así se llega todos los días y se arma el programa de actividades: las mamás atienden a sus hijitos, hay toda una asignación de tareas organizadas, de aseo del hogar, y también actividades para los chiquitos a cargo de especialistas en psicología social, sumado a que a partir de abril o mayo se incorporarán estudiantes para maestras jardineras que vendrán a hacer pasantías. Es mucho lo que se hace, y hay mucho por hacer; pero yo soy una convencida de que cuando uno da, siempre es mucho más aún lo que recibe. Soy una persona de mucha fe, y creo que hay más satisfacción en dar que en recibir.

Para mayor información y contactos:
http://www.amasvenadotuerto.org.ar/

por Mariela Formatto

AMAS -APOYO A LA MADRE SOLA- es una Asociación Civil, sin fines de lucro, que se creó el 19 de octubre del año 1984, en la ciudad de Venado Tuerto, de la provincia de Santa Fe, República Argentina.
Surge en función de dar contención a la madre sola y a sus hijos.
Su misión fue plasmada en el artículo nro. 2 del Estatuto, que determina: "La Asociación tendrá el fin de brindar apoyo moral, material, preventivo y educativo a la madre sola y su hijo, para lograr su inserción positiva en la sociedad y su desarrollo como persona, empleando para ello los recursos técnicos de las disciplinas específicas".
La institución está hoy integrada por un hogar, un centro de día y dos cooperativas de trabajo (una textil y una alimenticia), con el propósito de poder generar una salida laboral y ámbito re reinsersión dignos a las mamás que hoy se cobijan en sus paredes.

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