El 26 de junio pasado presencié algo que me emocionó y me llenó el alma. Los culpables de este sentimiento hermoso son los miembros de G.A.E., un grupo de teatro de actores especiales… si, muy especiales, en todo sentido.
Hasta hace poco no sabía lo que era el Teatro Inclusivo, hasta que fui invitada a la función de la obra “Médico a Palos” de Moliere, en el Teatro Porteño, ubicado en la calle Corrientes, en la Ciudad de Buenos Aires.
Me comentaron que la obra estaría a cargo de un grupo de teatro con capacidades diferentes, el G.A.E. (Grupo de Actores Especiales), y que esa era la primera vez que el grupo se presentaba en esta ciudad, ya que ellos son de Pergamino, y que la función tenía como objetivo difundir el grandioso trabajo que realizan, y el enriquecedor aporte a nivel de inclusión de personas con discapacidad.
Grata fue mi sorpresa cuando llegué a la recepción de la sala del teatro, ya invadida por un público ansioso por saber qué iba a ocurrir en aquel escenario. Allí estaban los miembros de la Fundación Ory, ofreciendo unas masitas deliciosas, y un vasito de gaseosa o café, mientras contaban orgullosos que ellos mismos las habían preparado. (Ory es un centro que asiste a personas con problemas de discapacidad mental leve y moderada y/o psicológica).
Había ya en el aire algo particular, algo más que especial, que indicaba que en la sala además de sobrar las sonrisas, había energía positiva, alegría, y fuerza, mucha fuerza. Había periodistas, artistas famosos, cámaras de televisión, y fotógrafos, que estaban allí para comunicar esta noticia a todos los que en esta oportunidad no pudieron ver la obra, ya que mi intuición que nunca falla, me dice que esta no será la única vez que este grupo se presente en Calle Corrientes.
Risas, aplausos, y más risas predominaron entre el público que encontró en “Médico a Palos” una obra maravillosamente divertida, y cada uno de los allí presentes, comprendimos que esa “diferencia” de capacidades de la que hablamos es solo nominal. Un actor tiene la capacidad de transmitir muchas cosas, alegría, tristeza, enojo, de todo, y todo eso hubo en la obra, y todos esos sentimientos fueron experimentados por un público que recibió este arte con mucha emoción.
La calidad de la obra además de ser excelente, se traduce además en la satisfacción de saber que el esfuerzo diario estaba siendo valorado por mucha gente que nunca los había “visto en acción”, y de la voluntad y la energía de todos los que forman parte de “Médico a palos”, desde los protagonistas y su directora, hasta los familiares de los actores, que confían más que nunca en estos actores súper especiales.
Este grupo hizo magia en la Calle Corrientes, son un ejemplo para todos, para sus compañeros, y para toda la Sociedad. El teatro inclusivo no solo genera integración social, sino que genera acción, ganas de saber que esta actividad no se reduce a este grupo solamente, y de conocer el arte de todos los actores que se animan a hacer teatro más allá de las dificultades que tengan… porque todos tenemos derecho a ser valorados y cumplir nuestro sueño, sea cual sea… ¿No?
Por Luciana Betteto
No hay comentarios:
Publicar un comentario