Desde hace aproximadamente 5 años, el 19 de julio se consagra como el día de los pequeños grandes gestos. Proyecto Pura Vida no sólo se suma a la cruzada propuesta por Dibujá una Sonrisa, sino que también reflexiona.
Hace un año atrás, un malhumor inexplicable me asediaba. El aire cálido se mezcla con las nubes y el sol en mi memoria. Estaba yendo a buscar un libro que había comprado por internet. Me sentía algo frustrada, con poco ánimo; aún me cuesta recordar por qué.
Al llegar al punto de encuentro, un departamento, toqué timbre. Inmediatamente, llegó una mujer de pelo largo y gris. Ella también buscaba un libro: “El hombre en busca de sentido”, de Victor Frankl. No pude aguantarme y le pregunté si era para ella. Fue así como la conocí. Una vez que obtuvimos nuestros libros, atinamos a despedirnos. Sin embargo, descubrimos que caminábamos hacia el mismo lugar: el subte.
En el camino, charlamos largo y tendido sobre la vida de cada una. Ella resultó ser una consejera espiritual, que estaba a punto de irse a vivir a Córdoba para hacer un retiro, además de un voto de silencio. Sus hijos ya habían crecido y su marido aún la acompañaba. Me sorprendió la fuerza de sus palabras, la convicción. En ese entonces, yo miraba la cuerda floja en lugar de atravesarla. Ella se percató con sólo mirarme a los ojos.
Quise evitar que me siguiera leyendo y me puse a hablar sobre música. Cuando llegó su momento de bajarse, me miró a los ojos y me dijo: “Sos luz, puedo verlo. Creé en vos”. Mientras veía su figura alejarse sobre el andén, mi sonrisa se empapó de felicidad.
Me tomé el atrevimiento de hablar en primera persona, porque me pareció que compartir ese pequeño gesto que tuvo aquella desconocida conmigo, es una buena manera de entender el por qué de este 19 de julio. Un pequeño gran gesto se puede dar con un par de palabras, un abrazo, una motivación, una ayuda desinteresada; lo que sea.
La cruzada Dibujá una Sonrisa conmemora este día a partir de Enrique Götz, “un hombre incansable, amante de los desafíos, defensor de la naturaleza, soñador y realizador de sueños (tanto propios como ajenos), activista social comprometido con los que menos tienen, promotor de los valores humanos y defensor de la justicia, un hombre que amó su patria e hizo mucho por el prójimo”, según lo definen en su web.
Ellos apuntan a que quienes se sumen al movimiento, tomen este día para hacer algo por la comunidad. Ya sea mediante un aporte a partir del talento, la capacidad o el tiempo de cada uno. Puede ser desde donar sangre, hasta escuchar a alguien que lo necesite, asociarse a una ONG, una causa en particular, una fundación… ¡Lo que se les ocurra!
“Estamos convencidos de que, si asumimos este compromiso con firmeza, responsabilidad, permanencia y verdadero espíritu solidario, la primera sonrisa que vamos a dibujar es la de nosotros mismos”, explican en su página.
Si bien se necesita propagar la solidaridad, más en tiempos como estos, es apropiado recordar cuál es el significado de la palabra. La Real Academia Española la define como: (De solidario) “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”. Pero, ¿por qué dejar la buena acción en un momento o circunstancia? ¿Por qué no multiplicarlo? Si todos hacemos algo por otro, un acto concreto que, en definitiva, nos trasciende… ¿Qué nos impide hacerlo todos los días?
Desde Proyecto Pura Vida esperamos que este 19 de julio sea el motor de muchos días más.
Por Florencia Soledad Gatell
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