miércoles, 28 de marzo de 2018

Somos Personas, con o sin discapacidad



Siempre nos enseñan a hacernos cargo de lo que decimos, y eso hace alusión a comprometernos con las palabras y el uso que les damos. El lenguaje construye, enseña, muestra, define… Lo que no se nombra, no existe.

Sabemos que existe una “casa”, porque tiene una palabra que la describe y la carga de significado. Esas cuatro letras forman experiencias y simbolizan conceptos que, por individuales que sean, que vuelven colectivos. Todas nuestras palabras tienen una consecuencia sobre la identidad de quien describimos. Por eso, es necesario que reflexionemos acerca de muchos usos comunes que les damos a nuestro entorno, que lejos de contribuir a la inclusión y hablar de igualdad, marcan la exclusión y la diferencia.

Cuando hablamos de la población con discapacidad, decimos de todo: inválidos, personas con capacidades diferentes, con necesidades especiales, discapacitadas, incapacitados. A veces, esto se puede poner peor: Inválidos totales, paralítica, retrasado… Muchas veces, desde el miedo de no saber cómo abordar la temática o desde el desconocimiento, decimos: “cieguito”, “no vidente”, “sordo-mudo”.

Pero el término correcto es: PERSONA CON DISCAPACIDAD. Este término pone a las personas con discapacidad como sujetos de derechos y no como objetos de caridad.

El 13 de diciembre de 2006, se aprobó la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CIDPD). En su artículo 1 declara que “el propósito de la Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente.” Es un instrumento jurídico al que Argentina adhirió en 2008, con rango constitucional. Los países que se unen a la convención se comprometen a elaborar y poner en práctica políticas, leyes y medidas administrativas para asegurar los derechos reconocidos en la convención y abolir las leyes, reglamentos, costumbres y prácticas que constituyen discriminación (Artículo 4).

La CIDPD trajo cambios sustanciales para la población de personas con discapacidad, haciéndolas “visibles” en el campo de los derechos, dotándolas de una herramienta jurídica vinculante a la hora de hacer valer sus derechos.

Los tiempos cambiaron, avanzamos en materia de instrumentos jurídicos y derechos humanos, avanzamos en políticas de inclusión, y es hora de que avance también el lenguaje. Un lenguaje en el que todos tenemos una gran responsabilidad y la oportunidad de cambiar realidades. La responsabilidad es de los Estados, de los medios de comunicación masiva, de las charlas informales de café, de los ámbitos académicos y educativos… ¡Una responsabilidad que es de todos!

Como indica el artículo 8 de la CIDPD, queremos combatir los estereotipos y prejuicios y promover la conciencia de las capacidades de esas personas. Y para seguir reconociendo derechos, para seguir creciendo como sociedad, tenemos que entender que TODOS SOMOS PERSONAS, CON O SIN DISCAPACIDAD.

Hoy, te invito a contarle este concepto a alguien más, difundamos el mensaje. Vos sumás, y juntos ¡multiplicamos!.

Mini-guia de Términos de Proyecto Pura Vida:
Términos inapropiados para referirse a las personas con discapacidad

No utilizar:
  • VÍCTIMA – utilícese en su lugar: persona con.
  • LISIADO – utilícese en su lugar: persona con discapacidad.
  • AQUEJADA DE/CON – utilícese en su lugar: la persona tiene.
  • INVÁLIDO – utilícese en su lugar: persona con discapacidad.
  • NORMAL – la mayoría de las personas, incluidas las personas con discapacidad, piensan que lo son. No decir persona normal para referirse a una persona sin discapacidad; llamarla persona sin discapacidad en caso necesario.
  • PACIENTE – tiene una connotación de enfermedad. En su lugar, utilizar persona con discapacidad.
  • QUE PADECE – utilícese en su lugar: persona que tiene o experimenta.
  • CONFINADO/REDUCIDO A UNA SILLA DE RUEDAS – utilícese en su lugar: Usa una silla de ruedas o usuario de silla de ruedas.
  • EMPLEO REDUCIDO AL HOGAR – utilícese en su lugar: empleado en el hogar, trabaja desde casa. 

Utilizar con precaución:
  • VALIENTE, CON CORAJE, MOTIVO DE INSPIRACIÓN y otras expresiones parecidas se utilizan con frecuencia para describir a personas con discapacidad. Adaptarse a una discapacidad no significa necesariamente que la persona adquiera esas cualidades.



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