La última dictadura militar pesa en el corazón de todos. Hay heridas que no sanan, personas que no están, respuestas ausentes y responsables libres. Cada 24 de Marzo, se conmemora el “Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia” para volver a reflexionar, debatir y comprender la historia del país.
Un 24 de Marzo de 1976 comenzó una de las etapas más oscuras
de la república Argentina. Las fuerzas armadas derrocaron al gobierno de Isabel
Perón, dando inicio a lo que serían años de desapariciones, torturas,
expropiaciones de niños y exilios de miles de personas. Hoy, una Argentina con
memoria, grita una vez más: Nunca Más.
No se trata de acrecentar el odio ni de estancarse en el
pasado, pero sí de mantener viva la memoria. Hoy es el día en que los docentes,
los padres y abuelos deben impulsar a los más jóvenes a conocer la verdad. El
día en que quienes vivieron esa oscuridad, aprovechan la luz para contar sus
historias. El día en que cada argentinx sabe que tiene derecho a expresarse, a
vivir en democracia y a ser libre. Leer, preguntar, conocer, volver a
replantearse la historia, exigir justicia y construir la paz.
María Laura Marín, profesora de Historia, sostiene que a
partir de la designación del 24 de Marzo como feriado nacional, en el 2002, el
tema se introdujo mucho más en las escuelas. Se reflexiona, se debate, y según
su perspectiva y experiencia, ve a los jóvenes interesados e involucrados en el
tema.
Marín explica que el tema en las escuelas se aborda desde
diferentes puntos y se adecuan los contenidos a la edad. “Con los cursos más
pequeños se hace hincapié en la
perspectiva de derechos humanos, violación de los derechos humanos, surgimiento
y lucha de los organismos como “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”. Se usan
testimonios, audiovisuales y cuentos. Con los cursos más grandes, se trata de
profundizar en el proceso político y económico nacional e internacional, causas
y consecuencias del terrorismo de estado. Para esto, utilizamos fuentes de
relevancia como la Carta Abierta de Rodolfo Walsh y otros testimonios de
relevancia”
Por último, al ser consultada sobre la importancia de educar
sobre el derecho a la educación, respondió: “Es de suma importancia formar
ciudadanos pensantes y críticos y no ciudadanos pasivos. Personas activas y
comprometidas con su realidad y la de su país. Educar en el valor de los
derechos y la democracia con el objetivo de construir un país que respete los derechos
humanos y la diversidad”.
Un tema tan sensible y doloroso para la Argentina, jamás va
a quedar en el olvido. Memoria, para que nunca más se repita. Verdad, para
conocer nuestra propia historia, para saber dónde están los ausentes. Justicia,
por todos aquellos que hoy no viven para contarlo. El silencio no es salud.
Por Nati Stanchi para Proyecto Pura Vida
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