viernes, 25 de agosto de 2017

26 de agosto: Día Nacional de la Solidaridad





El 26 de agosto se celebra en Argentina el Día Nacional de la Solidaridad, en conmemoración al nacimiento de una de las mujeres más influyentes del Siglo XX: Madre Teresa de Calcuta. En Proyecto Pura Vida queremos festejarlo reconociendo la misión que realizan nuestros voluntarios, su lucha diaria para hacer de este mundo un lugar más justo, ayudar a visibilizar lo invisible y contagiar el espíritu hacedor. Nada sería posible sin su amor y compromiso. 

A continuación, les compartimos la experiencia de tres de nuestras voluntarias del Área de Comunicación:

Daiana Vaquero Vega:
“Escribir es algo que amo desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó, siempre me atrajo, y siempre me hizo feliz. A los 7 años decía que quería ser periodista porque admiraba a Lois Lane. Quería ser como Lois Lane. Para mí ella en su búsqueda de verdad y justicia y en su rol de comunicadora social era más heroína que el mismísimo Superman. Yo quería ser eso. Quería ser así.
No sentí que mi sueño se cumpliera hasta que comencé a colaborar como redactora voluntaria en Proyecto Pura Vida. Hacer lo que amo para comunicar acerca del trabajo que día a día se lleva a cabo para garantizar igualdad, solidaridad, oportunidades y derechos en una sociedad que cada vez los necesita más me llena de felicidad e inspiración. Con cada nota mis ganas de seguir colaborando crecen, y hoy me doy cuenta que existen héroes en el mundo que superan ampliamente a cualquier versión de Lois Lane y Superman. Para esos héroes es que escribo, y nunca me va a poder parecer suficiente el trabajo que haga de mi parte para acompañarlos en el camino”.

Noyu Vega:
“¿Por qué soy voluntaria? Porque tuve suerte. Nací en el lugar en el que nací por suerte. Me tocó la familia que me tocó por azar. Tuve las oportunidades que tuve porque me tocaron. No hice nada para tenerlas. Simplemente pasó. Y un día conocí a Gustavito, que tuvo otra suerte, otro azar. Es vecino de un asentamiento en Mar del Plata, y no hizo nada para nacer ahí. Tenía 10 añitos, y vivía con su papá en un basural. Ninguno de los dos eligió. Nadie elige dónde nacer. Entender ésto, entender que mi situación (la contención familiar, el colegio, la universidad, el empleo formal) era una situación azarosa, que yo no había hecho nada para que mi mamá y mi papá realizaran una compra mensual en el supermercado, ni elegí un hogar en el que no ir a la escuela no era una opción, me corrió la venda: hizo que viera la injusticia. 
Comprometerse con la realidad es la forma más revolucionaria de cambiarla. ¿Es justo que una chica con mis mismas capacidades no sea seleccionada para un trabajo porque vive en una Villa? ¿Es justo que yo pueda acceder a la escuela a dos cuadras de mi casa y Gustavo deba cruzar los dedos para que no llueva, porque si se inunda su barrio, el colectivo no entra y no puede llegar al colegio? Si tu respuesta es 'no', también estás viendo la injusticia. Por eso, hoy quiero invitarte a que transformes esa indignación en acción. Porque, en definitiva, no hay mayor suerte que la de tener la suerte de cambiar el mundo”. 

Natalia Stanchi:
“Muchas veces me encuentro respondiendo a la pregunta '¿por qué sos voluntaria?'. Somos parte de un mundo que no parece comprender el hacer sin recibir nada a cambio, aunque en mi opinión, dicha frase no se adapta del todo al caso de un voluntario. Es abstracta la voluntad con la que uno decide formar parte de una ONG o ayudar de manera independiente, pero es tan fuerte y poderosa como cualquier otro sentimiento. El voluntario da sin recibir nada a cambio, pero recibe una satisfacción que nada ni nadie puede dar, inexplicable con palabras y que se siente justo en el pecho. Se llena los pulmones de un aire positivo y cree que todos podemos hacer un mundo mejor, por más utópico que suene. Con orgullo y con deseos de construir algo mejor, formo el motor con el que encuentro tiempo, ganas y fuerzas para aportar mi grano de arena”.



La solidaridad no solo se trata de donar dinero, sino de hacer algo que le pueda cambiar la vida a otra persona. Ayudar sin recibir nada a cambio. Los voluntarios son el motor para que las cosas sucedan. Corazones comprometidos por un mundo más justo. ¡Gracias, gracias, gracias! Nada sería posible sin ustedes.



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