Con la llegada de la informática, el acceso al ciberespacio posibilitó el uso de dispositivos para todos los públicos, incluso para los niños. Los mismos son los más indefensos frente a los posibles delitos informáticos que suelen cometerse a espalda de los adultos y es por este motivo que resulta sumamente necesario que los padres estén alerta sobre el uso que sus hijos hacen de Internet, de los sitios que visitan, de las personas con las que se conectan y de las fotos que ven.
Desde Proyecto Pura Vida nos enfocamos en realizar un recorrido por las principales vías de denuncia frente a un caso de delito informático y pedofilia.
Nos interesa destacar el trabajo que realiza Argentina Cibersegura, una ONG que trabaja para crear un espacio online seguro, en base a la concientización y educación de las personas que lo utilizan, fundado en el modelo de ciudad cibersegura desarrollado por ESET en Norteamérica. En su página web oficial, se puede acceder al material de difusión que realizan con el fin de concientizar y educar a los distintos públicos con los que trabajan.
Entre las actividades que realizan, brindan charlas gratuitas en los colegios con el objetivo de
promover la educación y concientizar a los menores sobre la navegación segura por Internet. Cualquier escuela que quisiera conocer más sobre estas charlas, puede gestionarla directamente accediendo al sitio web.
Argentina Cibersegura fue la impulsora de la Ley de Grooming, la cual se sumó al Código Penal Argentino, en el año 2013, incorporando la figura del ciberhostigamiento. De este modo, la penalización incluye prisión de seis meses a 4 años para todo aquel que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones, o cualquier tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.
Ingresando a la página web de la ONG, el usuario podrá acceder al material gráfico, audiovisual y a diferentes consejos para navegar de manera consiente por Internet. Algunos de los documentos que pueden consultarse son: ¿Dónde y cómo denunciar un delito informático?, Guía para sobre Protección Infantil en Internet, Guía sobre Privacidad Online, Guía sobre Cyberbullying, Guía de Doble Autenticación, entre otras.
Otra organización, en este caso de origen español, que trabaja sobre la temática de delitos se llama Protegeles y se ocupa de la protección de los menores de edad. La misma está integrada por profesionales de distintas disciplinas como abogados, psicólogos y expertos en seguridad y protección del menor con el objetivo de ofrecer soluciones a las víctimas, sus familias y sus centros escolares de manera gratuita. Para mayor información se puede ingresar al sitio y descargar los contenidos interactivos que la misma ONG elabora.
Entre los principales recursos con los que cuenta Protegeles, se destacan varias líneas de ayuda abocadas a brindar asesoramiento en materia de acoso escolar en internet, Grooming o acoso sexual a menores en internet, Ciberfamilias, Tecnoadicciones y anorexia y bulimia, entre otras temáticas. Se puede acceder a mayor a información ingresando a Internet sin Acoso y a Que no te le den .
Protegeles también cuenta con una la línea de denuncia en donde se recogen avisos anónimos de Internet con contenidos inadecuados para proceder a su verificación y facilitárselo a la policía, en caso necesario. En su primer mes de funcionamiento, la Línea de Denuncia Contra la Pornografía Infantil recibió 529 denuncias sobre páginas de pornografía infantil. Un año después, en 2012, el número de denuncias se duplicó incorporando nuevos parámetros de denuncia como el racismo, la xenofobia y trastornos de conducta alimentaria.
Desde Proyecto Pura Vida fomentamos la difusión de los espacios encargados de proteger la identidad de los menores de edad, como también aquellos que se ocupan de brindar asesoramiento a las familias y escuelas, responsables de contener a los niños y niñas.
El acoso sexual es un hecho y creemos que lo fundamental es concientizar a los menores para que no difundan sus datos personales y puedan, a la vez, confiar en sus padres o maestros para denunciar el abuso.
Por Melisa Gabbanelli para Proyecto Pura Vida
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