miércoles, 25 de julio de 2018

Dar la Teta es Dar Amor

Semana Mundial de la Lactancia Materna

                 

Constanza, una joven de 22 años, se encuentra amamantando a su hijo de 9 meses en la plazoleta situada entre Belgrano y Acassuso en la localidad de San Isidro. Luego de realizar un trámite en el Banco Nación de enfrente, el bebé, entre llantos, le indicó a su mamá que precisaba alimentarse. Lamentablemente la tarea no pudo ser culminada ya que Constanza fue interrumpida por dos oficiales quienes argumentaron que era contra la Ley dar la teta en la vía pública. Como respuesta, la joven no tuvo otra opción que presentar su documentación y marcharse de la plazoleta.

La joven madre, luego de la desafortunada situación atravesada, acudió a la comisaría asignada a la zona barrial pero no tuvo suerte, lo ocurrido no había sido un delito según los policías que recepcionaron su denuncia. Esta circunstancia se repitió en otra comisaría, en un juzgado, en una fiscalía y en la Comisaría de la mujer. En todas ellas volvía la misma justificación: no ejercieron violencia contra ella, no puede ser asentado como una imputación.

Desde 1992 se celebra en más de 120 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna en los primeros siete días del mes de agosto. La misma fue instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en conmemoración a la Declaración de Innocenti sobre la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna, firmada por estas entidades en agosto de 1990.

Dicho documento reconoce que la Lactancia Materna es un proceso que provee una nutrición ideal para los niños y contribuye a su saludable crecimiento y desarrollo. Además reduce la incidencia y la severidad de las enfermedades infecciosas y como consecuencia, reduce la morbilidad y la mortalidad infantil. Por otro lado, contribuye a una recuperación más temprana de la mamá y a su salud ya que reduce el riesgo de cáncer ovárico y de pecho.

La Declaración de Innocenti posee como fin último generar una “Cultura de la Lactancia Materna”. No solo deben de hacerse esfuerzos para aumentar la confianza de las mujeres en su habilidad para la lactancia materna, sino también enfocarse en la remoción de restricciones e influencias que manipulan la percepción y el comportamiento hacia la lactancia materna. Más aún, deben ser eliminados todos los obstáculos dentro del sistema de salud, del lugar de trabajo y de la comunidad. Para ello, es requisito que todas las mujeres tengan acceso a la información y servicios además de preservar su salud para entonces sostener la alimentación de sus bebés.

Las repercusiones de la situación vivida por Constanza no tardaron en llegar. Decenas de mujeres se autoconvocaron, a través de las redes sociales, en la plazoleta del centro comercial de San Isidro para alimentar a sus bebes juntas como respuesta a la restricción ejercida sobre ella y su hijo de 9 meses. 

Dicha protesta pacífica se replicó en otras ciudades y provincias del país. Las madres se sintieron interpeladas por el planteo ridículo de las autoridades, entendiendo que es un retroceso a los derechos ganados con respecto a la mujer y la salud de sus hijos. Las mamás recibieron el acompañamiento del sexo masculino, entre ellos algunos padres, también de referentes políticos y del premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Perez Esquivel quien relató el acontecimiento como un “canto hermoso a los derechos”.

Tal como declara la OMS y UNICEF, se debe permitir a todas las mujeres practicar la lactancia materna y así, todos los bebés ser alimentados exclusivamente con leche materna, el camino más sano y natural, desde su nacimiento hasta los 4 o 6 meses de edad. De ahí en adelante los niños deben continuar siendo alimentados a través del pecho de su madre pero también recibiendo comida complementaria adecuada y apropiada hasta los dos años de edad.

La leche materna contiene todos los nutrientes, anticuerpos, factores inmunitarios necesarios para el desarrollo del pequeño y además contribuye a que el niño en su edad adulta mantenga una buena salud. De este modo, evitar enfermedades, que si no hubiera sido por la lactancia, podrían haber afectado al organismo.

La protección, promoción y apoyo a la lactancia materna requiere sensibilidad, continua estrategia de comunicación comprensible y responsable de todos los medios, y dirigida a todos los sectores de la sociedad. Como consecuencia el amamantamiento podrá ser entendido como una cuestión de salud  pública y no como una acción rechazada o prohibida por la ignorancia.



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