martes, 26 de febrero de 2013

Reconocer el Bullying: el primer paso para prevenirlo y erradicarlo

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Bullying es sinónimo de violencia, y proviene de la palabra inglesa Bully (intimidación). Hay múltiples formas en las que puede manifestarse, desde la violencia física hasta el hostigamiento psicológico de una persona a otra. Son múltiples también los ámbitos donde puede ejercerse, y uno de ellos, es la escuela. ¿Por qué existe violencia escolar entre pares?




Florencia tenía 12 años. Sí, tenía. Hace menos de un año, su muerte convulsionó a la ciudad de Villa María. Una noche, decidió quitarse la vida a punta de pistola. Primero sus padres y después la sociedad toda quedó conmovida por la muerte de la adolescente. En el muro de su Facebook, cientos de mensajes atribuían la decisión de Flor como consecuencia de un ámbito escolar que la obligaba a sentirse fuera de los parámetros de belleza que sus compañeros (influenciados por los “moldes” sociales, sin dudas) imponían. Sin embargo, de la palabra Bullying se habló poco. Casi nada. De violencia escolar, tampoco.

Bullying: víctimas y victimarios
En una situación de Bullying, hay tres sujetos principales: la víctima, el Bullie (podríamos llamarlo, el victimario) y el grupo de cómplices de éste último, que lo reconoce como un “líder” y responde a sus prácticas, ideadas y ejecutadas por él. Las formas de violencia escolar pueden ser variadas: violencia física, hostigamiento psicológico, manipulación social, intimidación, exclusión social, amenazas, entre otras. Sin embargo, todas las formas tienen un objetivo común: amedrentar, intimidar a la víctima para excluirlo o bloquearlo socialmente.
Quien es víctima del Bullying experimenta diferentes síntomas, entre ellos: bajas en sus calificaciones, aislamiento, tristeza, depresión, resistencia a asistir al colegio, evita comentar los sucesos de su día escolar. El suicidio es la consecuencia más grave, y se conoce como Bullycide, la autoeliminación provocada por el peso de la violencia sufrida durante un cierto lapso de tiempo, de manera constante. Pero, también el Bullie es una víctima de problemáticas sociales: la violencia en el hogar, la falta de una figura de autoridad en el entorno de la familia, la necesidad de aumentar su autoestima, la satisfacción de sentirse reconocido o “respetado”. Lo importante, es reconocer no sólo cuando niños o adolescentes pueden ser posibles víctimas de Bullying, si no también cuándo pueden ser ellos quienes lo ejerzan sobre otros.


El testimonio de una mamá
“Mi hijo peleaba y golpeaba en el colegio. En ese momento, tenía 13 años. Hacía muy poco tiempo había ingresado a esa escuela. Desde la institución me llamaban y yo no lo podía creer que tuviese esos comportamientos: pegar, insultar, escupir… Pero la escuela nunca me dijo que sus compañeros lo llamaban ‘Pan Triste”, por el dibujo animado, como forma de burla. Expliqué eso en el colegio, nunca me acompañaron en nada. Él empezó a tener convulsiones, estuvo bajo tratamiento neurológico y psiquiátrico. Busqué mucha ayuda, en Pergamino hay pocos especialistas. Ahora está bien, pero perdió mucho, fueron dos años completos de su etapa adolescente. Está terminando la escuela en el nocturno, pero ese episodio lo marcó mucho. Yo no lo escuchaba, porque no sabía ni me daba cuenta de lo que estaba ocurriendo. La psiquiatra, a la cual asistíamos dos veces por semana, me aconsejó que lo retirara inmediatamente de esa escuela. De sus compañeros, tiene dos amigos, que no lo molestaban. Ellos no lo defendían, pero al menos no lo molestaban. Por ellos, después me enteré de las “campañas” de despretigio que sufría mi hijo en el colegio. Muchas veces me siento llena de culpa, pero pido por favor que se difunda y se concientice sobre la violencia escolar, sobre el bullying. Porque lo que sufrió mi hijo era Bullying, sólo que yo no fui capaz de reconocerlo. Y en la escuela, ¿tampoco?”.*

 

Cyberbullyng: violencia 2.0
El cyberbullying, por su parte, contribuye a que, a las prácticas de violencia ejercidas dentro de la escuela, sean alimentadas o continuadas en las redes sociales, principalmente: mensajes difamatorios, fotos “escrachadoras” o frases que desprestigian a la persona/víctima: por su color de piel, por su desempeño escolar (generalmente, a quienes obtienen buenas calificaciones o son “destacados” alumnos), por particularidades corporales, y en menor caso, por diferencias ideológicas. Ni los maestros o directivos escolares ni los padres pueden girar la cabeza y mirar hacia otro lado, asumiendo y clasificando al bullying como una mera “pelea” entre pares. El Bullying es violencia pura, y tanto el niño víctima como quien lo ejerce, deben ser atendidos y contenidos. Ambos, por igual, son víctimas de la violenta convulsión social en la que vivimos.


*Testimonio de M.C, quien envió su mensaje a través de nuestra fan page de Facebook

por Clara Trillini

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