Entrevista
a Flavia Sinigagliesi
“Si
no hay grupo, no hay Bullying”
Así
lo explicó
la Dra.
Flavia
Sinigagliesi,
especialista en
pediatría e
integrante del
equipo Bullying
Cero,
perteneciente
al Centro
de
Investigaciones
del Desarrollo
Psiconeurológico.
A continuación,
podrán
encontrar unas
palabras de
ayuda para
reconocer el
acoso escolar.
¿Qué es
el bullying?
El
bullying es
una conducta
de hostigamiento
duradero, continúo,
que se
da entre
pares y
siempre a
la misma
persona. Se
trata de
un sistema
donde tiene
que haber
un hostigador,
un hostigado,
pero siempre
tiene que
existir un
grupo que
apoya o
un grupo
espectador. Justamente,
uno de
los por
qué se
da el
bullying, es
porque lo
que quiere
el hostigador
es tener
poder sobre
el grupo.
Si no
hay grupo,
no hay
bullying.
¿En qué
ámbitos se presenta con mayor frecuencia?
En
la escuela.
Aunque se
puede presentar
en un
club, en
una parroquia,
una colonia…
En un
lugar donde
los chicos
estén muchas
horas juntos.
¿De qué
manera un padre puede darse cuenta que su hijo sufre de acoso
escolar?
El
papá va
a ver
un chico
que siempre
iba al
colegio y
que, por
algún motivo,
no tiene
más ganas
de ir.
También está
el síndrome
del domingo
a la
noche, porque
el chico
empieza a
sentirse mal
o levanta
fiebre. Muchas
veces pide
que lo
vayan a
buscar, ya
sea por
dolor de
panza o
cualquier otra
razón. Puede
pasar que
baje su
rendimiento o
que le
roben la
tarea. Entonces,
los docentes
empiezan a
quejarse de
que el
chico no
entrega lo
pedido, mientras
que los
padres ven
que la
está haciendo
en su
casa… O
por ahí
se la
está haciendo
a alguien
más.
Otra
posibilidad es
que le
roben la
comida y
el chico
llegue muerto
de hambre
a casa,
porque no
comió, porque
le tiraron
la comida
a la
basura.
¿Me
decía que
puede presentar
síntomas
físicos?
Sí,
puede presentar
síntomas físicos;
es muy
común. Hacen
los mismos
síntomas que
si fuera
un estrés.
Puede ser
dolor de
cabeza o
síntomas gastrointestinales.
Por ahí
se despierta
de noche
con pesadillas
y, después,
trastornos de
ansiedad. Puede
llegar a
tener fobias
y el
paso final
sería depresión.
A los
médicos, lo
que nos
llega, es
un chico
con depresión.
¿Qué
tipo de tratamiento debería seguir el padre o qué debería hacer?
El
paso principal
siempre es
hablar con
la institución.
El bullying
se da
en ámbitos
institucionales y
es la
única que
lo va
a resolver.
Luego, contar
cosas concretas
como: “A
mi hijo
le pasó
tal cosa”,
“le está
pasando esto”
o “él
me cuenta
que”… Porque
para sorpresa
de los
padres, a
veces, la
institución no
se dio
cuenta. Una
característica del
bullying es
que se
da cuando
los adultos
no están
mirando. Por
lo tanto,
es muy
factible que
el colegio
no esté
ni enterado
de que
pasaba eso.
Lo
que no
tiene que
hacer es
ir al
choque, enojarse
con la
institución, hablar
con el
padre del
otro chico.
Porque uno
no sabe
con quién
está hablando,
y si
habla con
el padre
del otro
chico, quizás
éste lo
niega. Después
le cuenta
a su
hijo y
al día
siguiente tratan
peor al
hostigado.
¿Algún
caso que quieras mencionar?
Hay
muchísimos casos,
no es
que tengan
alguna particularidad.
Son todos
muy similares.
Lamentablemente, la
mayoría de
las consultas
no son
del chico
hostigado típico.
El hostigado
típico no
cuenta, no
habla, no
les dice
a los
padres.
Entonces, no
llega a
la consulta
tampoco. Lo
que si
llega, muchas
veces, es
el papá
que tiene
un hijo
hostigado o
que parece
que fue
hostigado.
Hay
muchos cuadros
parecidos y
que en
verdad no
lo son.
Y por
ahí el
papá no
se banca
que su
hijo tenga
ese rol
en el
grupo.
Lo
que hay
ver, es
qué hacer
para que
el niño
deje de
sufrir y
tenga herramientas
para afrontar
esto. Acá
(en Argentina)
el bullying
es algo
que apareció
siempre y
no es
una cosa
nueva. Sabemos
que según
cómo responda
el chico,
lo van
a seguir
tomando de
punto o
no.
En
definitiva, lo
que hay
que darle
son las
herramientas para
que se
defienda.
¿Qué no
sería bullying?
Por
ejemplo, dos
chicos que
se están
peleando no
es bullying.
Un chico
que es
agresivo y
que pelea
mucho, pero
no está
el grupo
que apoya
o el
grupo espectador,
no es
bullying. Después,
peleas entre
barras de
diferentes colegios
que se
agarran en
la plaza
no es
bullying. No
invitar a
un chico
a su
cumpleaños no
es bullying…
Ahora, hacer
que los
demás no
lo inviten
al cumpleaños
sí, eso
es bullying.
El
tema está
en cómo
comprometés al
grupo. Porque
tampoco podés
hacer que
un chico
se haga
amigo de
otro porque
sí; los
chicos eligen.
No podemos
obligarlos a
que elijan
sus amistades.
¿Cómo
nació esta propuesta de trabajo en CIDEP?
En
realidad, el
CIDEP es
un organismo
que trabaja
con chicos
que tienen
problemas de
desarrollo. Y
dentro de
eso, están
aquellos que
tienen pocas
habilidades sociales
y que
son trastornos
del espectro autista.
A partir
de nuestros
pacientes, nosotros
empezamos a
trabajar el
bullying, porque,
en general,
cuando un
chico tiene
algún déficit
es al
primero al
que van
a hostigar.
Ahí empezamos
a trabajar
y vimos
que no
era solamente
a esos
chicos. Al
diferente, por
lo que
sea, lo
van a
agarrar.
Comenzamos
a trabajar
con maestras,
con directivos
de colegios
y con
psicólogos. Lo
que hacemos
es tratar
de difundir
este tema,
para que
haya mayor
detección. Y
que esto,
como dije
antes, se
solucione desde
la prevención.
¿Han
obtenido buenos resultados?
Claro
que sí.
Nosotros empezamos
en el
2005 y
creo que
hoy en
día hay
mucha gente
a la
que le
decís “bullying”
y ya
sabe lo
que es.
Ya conoce
el término
o, al
menos, está
como mal
visto. Y,
solamente, con
estar mal
visto ya
hicimos mucho,
¿no?
Para
más información
sobre el
CIDEP pueden
visitar su
sitio web
en:
http://www.grupocidep.org/
o al
equipo de
Bullying Cero
en
http://www.grupocidep.org/equipo_bull.html
Por
Florencia Soledad Gatell
No hay comentarios:
Publicar un comentario