“La donación de órganos es un acto de amor puro y solidario.
De amor por el otro…
Como dice la frase que generalmente utilizamos
‘Donar
órganos salva vidas’.
Por supuesto que es así. Soy el fiel reflejo de eso.”
Anteriormente presentamos la historia de Silvana y su pelea
contra la hipertensión pulmonar. Ella nos contó sobre las distintas etapas que
sufrió con su enfermedad hasta la realización de un trasplante bipulmonar, a
mediados de este 2019.
Silvana considera que la Ley Justina favoreció a que la
espera por la disponibilidad del órgano fuera menor en comparación a otros
casos. Desde que ingresó en urgencia hasta la cirugía transcurrieron 5 meses.
Sin embargo, ese período no es fácil para una persona y el apoyo humano es
vital para superar la angustia. Silvana nos comenta que el acompañamiento de su
familia y la amistad que forjó con dos pacientes en su misma situación, la
ayudaron a recorrer el difícil camino anterior al trasplante:
“El tiempo de espera transcurre muy lento. Una está en el
dilema de quedarse así y durar un tiempo con la hipertensión pulmonar o
arriesgarse al trasplante. Hablamos muchas veces de este tema y teníamos
nuestros miedos… La incertidumbre de la espera es lo que más se siente en ese momento.
Primero la inseguridad de saber si vas a llegar al trasplante. Y una vez que
llega el órgano compatible, si se va a poder llevar a cabo la cirugía y si va a
salir bien. Son todas preguntas que en el momento no tienen respuestas. A pesar
de estar en esa situación, la fuerza es lo que debe prevalecer. Si uno se deja
decaer emocionalmente no se puede transcurrir una espera y soportar un
trasplante. Para mí eso es fundamental. Por suerte, me estuvieron acompañando
mi mamá y una de mis hermanas. Yo tenía miedo constantemente. Me agarraban
ataques de pánico y no quería quedarme sola de noche. Entre ellas dos se
turnaban para estar conmigo. Tenía miedo de dormirme y no saber si me iba a
despertar. O las veces que me daba desesperación porque me faltaba el aire…
Necesitaba que alguien cercano a mí estuviera en ese momento. Por suerte
pudieron viajar ellas. En algún momento se pudo acercar mi hermano también.”
La cuestión de la lejanía del hogar es un problema para
muchas personas que se encuentran en lista de espera. Según datos del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), cerca
del 45% de la población que necesita un trasplante actualmente reside en el
Interior del país. Teniendo en cuenta que la mayor complejidad de cirugías se
centraliza en Buenos Aires, este dato supone un esfuerzo extra en lo económico
y en lo emocional por parte de los pacientes y sus familias.
Planeando el Futuro
Silvana ya nos comentó cuál es su situación de salud actual.
Cuando le preguntamos cómo piensa su futuro nos dijo: “Estoy retomando la
facultad. Rendí una materia hace pocos días. Mi idea es trabajar, pero es todo
muy reciente. También me gustaría volver a bailar. Lo iré viendo de a poco. Una
siente que el tiempo pasó, que perdió el tiempo. Pero también me tengo que
frenar en algunas cosas que me veo limitada porque me tengo que cuidar. Soy
consciente de que gracias a una persona donante estoy viva. Eso lo valoro mucho
y lo quiero cuidar. Ahora quizás veo las cosas de otra manera. Antes me hacía
problema por pequeñas cosas. Con esta nueva visión disfruto de los pequeños
momentos. Cada situación de la vida pasa por algo, pero esta experiencia me ha
ayudado y me ha hecho crecer como persona.”
Por Alfredo Recalde para Proyecto Pura Vida
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