#SoyDonante
La historia referente a la donación de órganos que
contaremos a continuación nos cuenta acerca de situaciones límites, de segundas
oportunidades, de actitudes de resistencia y perseverancia, de sentimientos
solidarios de empatía y compañerismo. Nuestra protagonista es Silvana Génesis
Pérez. Ella es tucumana y tiene 28 años. Estudia abogacía y es profesora de
danzas folklóricas. En mayo del presente año se realizó un trasplante
bipulmonar en el Hospital Italiano, en la Ciudad de Buenos Aires, debido a que sufría hipertensión pulmonar de
tipo idiopática.
Según la Asociación Civil HIPUA (Hipertensión Pulmonar Argentina) “la hipertensión arterial pulmonar es una enfermedad crónica y
progresiva que se caracteriza por el aumento de la presión en las arterias
pulmonares. Las arterias se vuelven más estrechas dejando menos espacio para
que circule la sangre, por lo que de no ser diagnosticada y tratada a tiempo
puede dar lugar a una insuficiencia cardíaca…Pese a que puede presentarse a
cualquier edad, es más frecuente en mujeres, viéndose éstas afectadas dos veces
más que los hombres, y usualmente suele manifestarse entre los 30 y los 60
años.” En Argentina se encuentran registrados alrededor de 2500 casos.
En esta primera entrega vamos a presentar el duro camino que
atravesó Silvana debido a su afección cardio-respiratoria y ella nos dirá como
es su calidad de vida actual.
Diagnóstico Tardío y Trasplante
“Empecé con los síntomas hace aproximadamente 6 años con
cansancio, fatiga para subir las escaleras, agitación y dificultad para
respirar con el simple hecho de caminar. Me costaba incluso caminar una cuadra.
El primer signo de alarma fue una vez que me desmayé al correr. En los primeros
estudios no me salió nada. Con el trascurso de los meses se me notaban más los
síntomas hasta que llegó el diagnóstico dos años después. Eso fue un shock para
mí, porque me dijeron que era una enfermedad poco frecuente y potencialmente
mortal. Tenía que tratarme urgente porque, si bien es una enfermedad que no
tiene cura, había que ocuparse de los síntomas para que no avanzaran más en lo
posible. Comencé el tratamiento con una especialista en Tucumán, que por suerte
había… El año pasado me agarró neumonía. Los síntomas de la hipertensión
pulmonar empeoraron y se aceleró el proceso de un futuro trasplante que yo
pensaba más lejano. Posteriormente me trasladaron en avión sanitario hasta
Buenos Aires para hacerme los estudios del pre-trasplante y en diciembre quedé
internada en emergencia nacional hasta el 5 de mayo donde se hizo la cirugía de
trasplante, la cual fue muy riesgosa.”
Situación de Salud Actual
“Tengo controles mensuales, hasta cumplido un año del
trasplante. De ahí en más los períodos son más espaciados. Los estudios me
están dando bien, aunque a veces me siento mal y me da fiebre. Tal vez sea por
el cambio de clima o el aire acondicionado. Nosotros los trasplantados no nos
podemos confiar con estas cosas porque nos afectan más que a una persona
normal, por el tema de que tenemos las defensas bajas por la inmunosupresión.
Debo cumplir con cuestiones de bioseguridad: Barbijo, alcohol en gel, poco
contacto con animales, comer todo cocido, la limpieza del hogar… Después tengo
que hacer ejercicio para mantener activos los pulmones. Por suerte no tuve
problemas de rechazo, pero no estamos exentos de que suceda. Es el temor más
grande.” Si bien Silvana debe continuar con el tratamiento y los controles,
además de sufrir cuestiones inherentes a un trasplante, su calidad de vida
mejoró al volver a hacer actividades que antes eran imposibles para ella al ser
oxigeno-dependiente.
En la parte 2 de esta nota, abordaremos las sensaciones de Silvana
referidas al período de lista de espera, el apoyo de la familia y otras
pacientes y la cuestión de la lejanía de su hogar.
Por Alfredo Recalde para Proyecto Pura Vida
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