"...que siempre mira pero no ve"

Miro al costado, me detengo por dos segundos de la rutina agotadora de todos los días. Miro vidas, miro pies que no terminan nunca de llegar a ningún lado, miro aparatos que nos hacen perder la mirada en una simple pantalla (la cual nos va a terminar absorbiendo, metafóricamente hablando, o no tanto). Miro y no paro de mirar. Miro y observo enormes cantidades de cemento que fueron convertidos en edificios imponentes que nos causan vértigo de solo mirar. Miro de costado, corro porque llego tarde, siempre llegamos tarde a todos lados porque todo necesita de que corramos. Viviendo a mil. Subo al colectivo que me lleva hacia mi otra parada y pasan tan rápido los minutos que no puedo dejar de ver el reloj y pensar "porque va tan lento, siempre me pasa a mi", frase egoísta, seré realista es cosa que nos pasa a todos en general cuando frecuentamos el transporte público. 

Según un estudio que se hizo sobre el transporte, por día viajan más de 1.000.000 de personas aglomeradas en los vagones de una ciudad que no da respiro. Pienso realmente en que no creo  para nada en esos estudios de porcentajes y menos en aquellos que hablan de algo con tantas falacias como el transporte.

Asiento libre, bien por mi. Sentada, auriculares, música. Avenida Santa Fe iluminada como siempre, llena de gente, de muchos personajes que ¿qué habrán pasado para tener esa cara sin sentido?, cara perdida, cara fundida en el celular, como mi cara . Somos iguales. Con la era de la Modernidad, perdón, Post Post Modernidad, somos todos lo mismo (siempre debería haber sido pero en cuestiones de derechos no de materialismos), somos todos el resultado del mismo engranaje enajenador de nuestras cabezas. Doy vuelta mi cabeza y una llamativa imagen, imagen viva, imagen cínica aparece frente a mi. Una mujer desgarbada, sucia, pobre, pidiendo limosna , apoyada con sus bolsas y su simple ropa sobre la reja del local de BARBIE. Y sobre ella un cartel que casi no pude observar que con aerosol exclama algo sobre mujeres lindas. 

¿Qué es una mujer linda?, creemos inútilmente en la idea de que todas debemos ser como las barbies pero realmente frente a nosotros estaba lo que realmente era una mujer. No era de plástico, no era para nada perfecta y no tenía el mundo de fantasía que tenía la muñeca de Mattel. Simple. Ella era eso que veía. Vi. No dejé pasar esa imagen como todas las que pasan por mis ojos durante el día. La pensé, la pienso. Realmente es necesario que nos enfrentemos así para darnos cuenta que estamos a 2014 y todavia algunos gozamos de una vida digna y otros, aquellos que quizás lucharon siempre por tenerla, no la han conseguido. Tendríamos que ver más seguido. 

Por Ma. Eugenia Bamonte