Hoy, como cada 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, declarado por la ONU en el año 1960.
La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, es un hecho repudiable desde todos los aspectos: moral, social y jurídico. Y la violencia hacia la mujer, tanto física como verbal, no debería ser la excepción: la violencia de género es una realidad lamentable que tiene sus orígenes en las desigualdades sociales construidas alrededor de relaciones de poder entre hombres y mujeres. Hoy en la Argentina, existen miles de mujeres que padecen acosos y malos tratos en diferentes situaciones sin importar clases o estratos sociales.
¿Qué podemos hacer como sociedad?
Como sociedad podemos comenzar a dejar de lado esas estructuras mentales que ubican a la mujer por debajo del hombre. Colocar a las mujeres al mismo nivel en diversos ámbitos (como por ejemplo el laboral) es muy importante para romper definitivamente con este patrón de inferioridad y subestimación.
Como sociedad podemos AYUDAR a quien lo necesita. Alentar a quienes padecen este sometimiento para que pierdan el miedo y la vergüenza y se animen a terminar con esa situación tormentosa. Podemos brindar contención. Podemos mostrarles que una vida serena y feliz es posible. Podemos realzar su papel de amiga/madre/abuela/compañera/hermana buscando lo mejor para ellas y guiándolas en el camino hacia la autoconfianza, la estima y el amor hacia sí mismas.
Si sabés de alguien que necesite ayuda, podés comunicarte al 144 de forma gratuita, las 24 hs, los 365 días del año o contactate con Fundación Mujeres en Igualdad.
#sonriemujer
Por Johanna De Luca
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