lunes, 7 de septiembre de 2020

Repensar nuestro impacto

 #PuraVidaVerde


Reducir, reutilizar, reciclar. Ante la creciente preocupación por el problema de los plásticos de un solo uso, la conocida regla de las tres R adquiere en nuestro tiempo aún más importancia.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, en todo el mundo se compran casi un millón de botellas plásticas por minuto. Además, se utilizan 500.000 millones de bolsas de este material al año. En Argentina, un gran porcentaje de los residuos generados corresponde a envases y productos plásticos y apenas un 30% se recicla.

Y si bien es cierto que el principal desafío para lograr una fuerte reducción en la producción y el uso de plásticos de un solo uso radica en la búsqueda de acuerdos globales y políticas aplicadas, la problemática alienta también otros niveles de acción: motivados por una creciente conciencia ambiental y el interés por ser parte de la solución, individuos, organizaciones no gubernamentales y emprendimientos buscan reducir su impacto a través de maneras alternativas de consumir y disponer los residuos. 


¿Qué tal si, además de ayudar a impedir que más plástico terminase en lugares no deseados, se contribuyera también a la fabricación de mobiliario que pudiera luego donarse?
Ese es, precisamente, el objetivo de la ONG Botella de Amor, que promueve el acopio de plásticos de un solo uso en botellas, para luego convertirlas en madera plástica con la cual se pueden fabricar macetas, bancos, mesas y sillas. Es muy sencillo y todos podemos aportar: para comenzar, solamente se necesita un envase donde colocar todos los plásticos, siempre limpios y secos, de manera compacta. Podemos depositar bolsas, envoltorios, cubiertos descartables y potes, por ejemplo. Es importante que el contenido esté bien comprimido (podemos ayudarnos con algún elemento alargado para empujar el relleno) y no incluir otros materiales como goma, papel, metales, pilas o desechos orgánicos. Pueden encontrar más información acerca de esta iniciativa en los perfiles de la organización.


Pero como reza un viejo dicho, el mejor residuo es aquel que no se genera. Con esa premisa, recientemente abrió sus puertas Cero Market. Ubicado en el barrio porteño de Belgrano, es el primer supermercado libre de envases en Argentina. Su concepto es novedoso en el país, pero a la vez muy simple: podemos ir con nuestros propios envases, pesarlos, elegir los productos y pesar todo nuevamente para descontar el valor del envase. No se requieren cantidades mínimas de compra, por lo que se optimiza el consumo y se evitan los desperdicios. En caso de olvidar o no tener un recipiente propio, la tienda ofrece también muchas opciones de frascos que podrán ser reutilizados en futuras compras.

Quienes estén interesados en aprender más acerca del tratamiento de plásticos y otros materiales, cómo optimizar el proceso y adónde llevar aquellos residuos que siempre generan dudas, pueden consultar el sitio de DondeReciclo.org, una plataforma colaborativa y comunidad de reciclaje en línea que releva información aportada por los usuarios para luego publicarla y promover una gestión integral de los residuos.

Y vos… ¿ya pensaste cómo vas a reducir tu impacto hoy?


Por Agustin Migunes para Pura Vida ONG

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