Plazas Inclusivas
Además de desarrollar la inteligencia emocional y de fomentar la confianza y la autonomía, el juego es principalmente una actividad social de comunicación, a través de la cual descubrimos nuestro entorno. Por lo tanto nos enseña no sólo a utilizar el propio cuerpo sino también a reconocer y a aceptar a los demás. Y es ahí donde me detengo, porque toma entonces un papel fundamental y no meramente lúdico. Se torna una herramienta integradora no sólo para el desarrollo sino también para la inclusión.
Para quienes no están en tema, las plazas inclusivas son
aquellas que tienen juegos para todos, hechos con material de matricería y un
sistema especial para que nadie se lastime. El objetivo es que se convierta en
un espacio público de verdad, compartido por todos los chicos que quieran
jugar, más allá de sus capacidades.
Actualmente, en la Ciudad de Buenos Aires, las Plazas Inclusivas están en manos de
Espacios Verdes, dentro del Ministerio de Ambiente y Espacio Público. Juan
Manuel Angelini, Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Gestión Comunal, nos
comenta que la Ciudad de Buenos Aires, al día de la fecha, cuenta con más de
ochenta espacios verdes con patios de juegos inclusivos. “En el transcurso del
2018, se materializó la puesta en valor de los existentes y se puso en marcha
la instalación de estos juegos en sesenta y siete plazas y parques más”,
afirma.
Gentileza: Espacios Verdes |
Por su parte, el Coordinador General del Centro Municipal de
Inclusión para personas con Discapacidad en la Ciudad de Buenos Aires, nos
explica que para que la plaza sea efectivamente “inclusiva” debe seguir las
normas del IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación), que
determinan el formato de los juegos: “Tienen que ser súper resistentes, tener
contenciones para los chicos que no pueden sostener la columna y las sujeciones
y los cinturones deben ser especiales. Además tienen que ser lo más estándar
posible para que todos los puedan usar, más allá de que tengan o no tengan
discapacidad” afirma.
El futuro son los chicos, de eso no hay ninguna duda. Si
apuntamos a una sociedad donde la integración, la igualdad de oportunidades y
el respeto por la diversidad sean moneda corriente, empecemos por presentarles
a ellos una realidad donde estén las condiciones dadas para que eso
efectivamente exista. Que lo vean en la escuela, en la calle, en las plazas. Y
que lo vean cada vez más, hasta que un día cuando lleguen a una plaza y no haya
juegos inclusivos, se pregunten dónde están.
***
NOTA: Hacé click acá para leer la entrevista completa a Ricardo Gross, Coordinador de "Una Mirada Distinta", Centro Municipal para la Inclusión de las Personas con Discapacidad de San Isidro – Gran Buenos Aires.
Por Carolina Arriagada para Proyecto Pura Vida
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