Inclusión es un término tan amplio como abstracto y
subjetivo. De hecho, es una palabra en constante evolución y alcance. Adherimos
a su acepción más amplia y empática: inclusión es dejar entrar, es reconocer y
valorar las fortalezas y debilidades del otro y abrir espacios de diálogo para
una convivencia respetuosa y plena de posibilidades. A partir de esa raíz
buscamos expandir nuestras ramas y articular con organizaciones del territorio
argentino que con acciones concretas busquen el bienestar de una comunidad con
sed de oportunidades.
En ese camino, conocimos a la Fundación Jardín Florido en el
marco de #UnDíaParaDar 2014. Nos familiarizamos con su larga trayectoria en
Paraná, Provincia de Entre Ríos, como único espacio en su provincia y en la
vecina Provincia de Santa Fé, para la atención integral de personas con
discapacidad. Empezaron actividades en 1997 y en el 2001 obtuvieron la
personería jurídica. Han recibido numerosas distinciones y premios que reflejan
el esfuerzo permanente para mantener el hogar, sostener todas las actividades
que hacen para las personas que asisten y recaudar fondos para su
mantenimiento. Se nutren de la solidaridad y generosidad de voluntarios,
vecinos, familiares de beneficiarios del hogar, comercios e instituciones
públicas y privadas que se suman a la causa de la Fundación.
Así como los logros de Jardín Florido han sido enormes, sus
retos y áreas de mejoras son amplios. Desde el 2014 buscamos el modo de
colaborar con el hogar y las ediciones anuales de #UnDiaParaDar del 2015 y 2016
fueron la excusa perfecta para sumar nuestro granito de arena. En el 2017,
vimos una magnífica oportunidad en la que Proyecto Pura Vida podía sumarse con
una acción de mayor impacto y conseguir los recursos para adquirir equipamiento
que permitiera mejoras en el servicio que brindan. Para lograrlo decidimos
empezar, exactamente hace un año, una campaña solidaria y convocar a la
comunidad a que participara. Los resultados fueron tan positivos que nos
planteamos ampliar la misión y realizar mejoras edilicias de suma importancia para
la institución. Lo hicimos y lo logramos.
Una vez más y después de 12 meses de trabajo, decimos Misión
Cumplida! Nuestra intervención en la historia de la organización paranaense le
ha sumado bienestar a la comunidad permitiendo que las actividades orientadas a
personas con ceguera, parálisis cerebral, microcefalia, retraso mental, autismo
o demencia sigan adelante.
Tenemos solo sentimientos de gratitud hacia el Hogar que nos
abrió sus puerta así como hacia la comunidad y los medios de comunicación locales
que se interesaron por las acciones que implementamos. Creamos vínculos que hoy
son semilla para continuar apostándole a la solidaridad como columna vertebral
para desarrollar futuros proyectos en la zona.
Por Martha Lucia Soto para Proyecto Pura Vida
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