Todos por Juani: una historia para compartir

Conocí a Juani cuando estaba en la panza de su mamá. Su familia era vecina mía y mi primita jugaba con Juani y sus dos hermanas. En la Navidad pasada, el saludo a sus padres fue triste. Juani, ya de cuatro años, se había ahogado en una pileta y estaba en coma farmacológico luchando por su vida. Los meses fueron pasando y nos fuimos enterando que estaba en terapia intensiva. El temor a escuchar malas noticias no nos permitía hacer preguntas respecto su evolución al cruzarme con su familia.

Hace unos meses, comencé a ver en cada comercio del centro de Moreno una fotocopia solicitando ayuda económica. Juani estaba dando batalla en el Instituto de Rehabilitación Fleni de Escobar y tenían gastos por solventar. Los carteles se multiplicaron en cada comercio, con motivo de una fiesta solidaria a su beneficio.

A través de Facebook, reafirmé la teoría de los seis grados de separación. Compañeros de primaria, secundaria, facultad, conocían de una u otra manera a la familia y se sumaban a la causa.  Juani dejó de ser el vecinito, a ser el niño que solidarizaba y movilizaba a Moreno.

El grupo de Facebook Todos por Juani, creado el 3 de julio, ya tiene más de 1000 miembros. Nenes, familias, comercios, instituciones juntando y clasificando tapitas de gaseosa por la recuperación de Juani. Cada bolsa juntada, cada entrada vendida o golosina recolectada para la kermese es agradecida en ese sitio por sus padres o sus tíos.

El próximo capítulo de esta historia tuvo lugar el viernes 8 de agosto cuando se llevó a cabo una fiesta solidaria para recolectar fondos. Una historia de dos padres, Soledad y Sebastián, cuyo intenso amor se traduce en esfuerzo y dedicación plena. Ellos consiguen que una tragedia se transforme en un suceso de vida y esperanza colectiva. Saben que lograrán que Juani esté jugando pronto con sus hermanas.

La jornada contó con la participación de maestras jardineras que organizaron juegos, Mujeres Empresarias y Jóvenes de la Unión Empresarial de Moreno. Disfrutamos de shows de danza y de murga. Sumaron su aporte vecinos que colaboraron con golosinas, juguetes y tortas para el buffet. El lunes siguiente la abuela de Juani compartió que ya llevaban 2274 kilos de tapitas. Un ejemplo claro que la unión puede generar más vida y que un pequeño aporte solidario, sumado entre muchos otros, ayuda mucho.

Estas historias de sensibilización de una población por una causa solidaria crean lazos irrompibles como sociedad, nos permiten identificarnos como un grupo de personas que podemos unir fuerzas por un objetivo colectivo y solidario. Estas historias alimentan a la Comunidad de Hacedores! 

Por Victoria Spinoza para Proyecto Pura Vida