Reciclar: Educación y Cambio de Hábitos (Parte 2)

Acá la segunda entrega de la Entrevista que le hicimos a la Lic. Patricia Gavilán, coordinadora de los programas de reciclado de la Fundación Garrahan. La primera parte de la entrevista nos da un panorama de los comienzos de este proyecto que hoy es todo un modelo a seguir. 

Un engranaje funcionando conscientemente. Sus efectos: educación y cambio de hábitos.

PPV: ¿Estas campañas se realizan en todo el país?

PG: Sí. Tenemos representantes de la fundación que gratuitamente movilizan a su comunidad en distintos puntos del país. Muchos son papás de niños que se atendieron en el hospital y de esta forma encuentran un modo de devolverle a la institución, gratuita y de alta complejidad, lo que hizo por sus hijos. En otros casos, es gente solidaria que le gusta colaborar y realmente ponen todo, sus familias, sus vehículos, sus propias casas donde juntan los materiales, consiguen el transporte para que puedan después mandarlos a Buenos Aires, etc.

PPV: ¿La Fundación trabaja con empresas?

PG: Sí, tenemos convenios con varias. Por ejemplo, las 40 sucursales que la empresa de Transporte Cruz del Sur tiene en distintas ciudades del país, funcionan como puntos de recolección y, luego, ellos nos trasladan todo el papel que reciben. Otro ejemplo, pero para la recolección de tapitas, es el que realiza la Droguería del Sur. Con ellos trabajamos con “logística invertida” y que consiste en que cada vez que la empresa entrega medicamentos en 2000 farmacias de todo el país, retira las tapitas que la gente deja en esos locales y así hasta depositarlas en un solo lugar del cual nosotros las retiramos aquí en Buenos Aires.

PPV: Mientras hablabas, pensaba que cada situación resuelta permitió la continuidad del programa. O sea,  mucha voluntad… es lo que se necesita para poder sostener un proyecto, de esta envergadura, en el tiempo.

PG: Yo me pongo muy contenta cuando voy a una empresa y veo que durante muchísimos años continúan con el programa. Es realmente un mérito porque hoy las instituciones cambian de gente en forma permanente; frecuentemente vemos que una misma persona no está durante 15 años realizando la misma tarea, esta es una de las causas por las que dejamos de recibir donaciones. Pero también existen empresas que nos acompañan desde los comienzos, incluso otras que te avisan que bajaron un poquito las donaciones y son ellos mismos lo que quieren ver cómo poder motivar a su gente. Hay mucho compromiso. A mí me emociona cuando voy a una empresa a dar charlas y les digo “hace 15 años que tienen acá nuestras cajas, lograron que su gente cambie un hábito y entienda que ese papel, esa tapita o esa llave no es basura”. Es genial.

PPV: ¿Esto que contás, sucede en las empresas?

PG: Sí, porque cuando vamos a una empresa les decimos que está bueno que haya alguien de allí mismo que lo coordine. Ahora es la gente de Responsabilidad Social Empresaria pero cuando nosotros empezamos no existían estos departamentos. Hoy casi todas las instituciones o un porcentaje alto tienen un departamento de Responsabilidad Social ó de Medio Ambiente. Cuando empezamos ni se hablaba del cuidado del medio ambiente, la gente no entendía mucho de este tema.

PPV: ¿Qué hace que las instituciones y las empresas se interesen por estos programas?

PG: Lo fundamental es el hospital. Yo creo que si voy con el nombre de otra institución y les pido que separen los papeles sólo por una cuestión de conciencia, cuesta más lograrlo. Ahora, si vos les decís que su aporte se transforma en dinero y que se destina a la ayuda de los chicos del Hospital Garrahan, es otra cosa.

PPV: Solidaridad y niñez, están fuertemente ligadas en la gente.

PG: La verdad que sí. Incluso algunas empresas han hecho encuestas a sus empleados y les preguntaron si se sumaban al programa de reciclado para ayudar al medio ambiente o para ayudar a los niños del hospital y ganó la ayuda a los chicos. Obviamente todo está ligado porque si colaborás con el medioambiente, estás ayudando a los chicos del hospital y también al planeta. Tené en cuenta que el 25% de la carga total de enfermedades se produce por exposición a riesgos ambientales y de ese 25%, el 40% corresponde a chicos menores de 5 años. Hay que ver que todo esto se puede prevenir.

PPV: Por eso la importancia de generar conciencia sobre estos temas.

PG: Sí. Dentro de toda la problemática ambiental está el tema de la basura que generamos y todos tenemos que hacernos responsables del destino de los mismos residuos que generamos. Nuestros programas de reciclado giran sobre 3 patas: son solidarios porque ayudan a los niños del Garrahan; son ecológicos porque contribuyen al cuidado del medioambiente; y son educativos porque a través de ellos muchísimos chicos se educaron para el cuidado del medio ambiente, creemos que son una forma de poner la teoría en acción.

PPV: Los altos niveles de basura que se registran están directamente relacionados con las nuevas modalidades de consumo y con la proliferación de productos que antes no existían.

PG: Es cierto, hoy tenemos un hiperconsumo reforzado por el packaging de cada producto. Yo me pongo contenta cuando compro un famoso postrecito para preparar porque sólo viene en el envoltorio de metal sin la caja de cartón, y pienso “qué bueno, hay algunos que están entendiendo de qué se trata esta cuestión”.

PPV: Teniendo en cuenta esta tercera pata, la de educación, ¿cuáles son los efectos del programa que Uds. perciben en la comunidad, tanto en adultos como en los chicos?

PG: Mirá, los chicos principalmente participan del programa de reciclado de tapitas. En cambio, las 600 tns de papel que recibimos por mes, se generan en empresas; es allí donde también se han producido cambios en los hábitos. Muchas veces es un empleado el que propone el programa a los jefes de su empresa y éstos, a su vez, lo aceptan. Te digo más, está aumentando el número de instituciones públicas que se incorporan al programa. La semana pasada vinieron a verme del ANSES porque su director quiere que nuestras cajas estén en todos lados. El Ministerio de Economía hace años que nos acompaña y sus empleados tienen una conducta de clasificación del papel en nuestras cajas que no podemos desconocer.

Por Viviana Zichert