jueves, 6 de septiembre de 2012

Ponte en mi lugar, no en mi sitio.


Cuántas veces vemos autos obstruyendo las bajadas para discapacitados en las esquinas? 
Cuántas veces vemos autos estacionados en lugares exclusivos para discapacidad? 
Cuántas rampas o elevadores que deberían cumplir con las
normativas para discapacidad no lo hacen? 
Cuántas veces ignoramos las necesidades de otro y menospreciamos la importancia de respetar y hacer valer sus derechos? 
Cuántas veces nos ponemos realmente en lugar del otro y velamos por su bienestar? 
A veces es sólo cuestión de RESPETO y CONCIENCIA. 

 
 
 Discapacidad y Familia nos invita a pensar en estos detalles que hacen la diferencia.

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