lunes, 10 de junio de 2019

Trabajo Infantil

Hoy vi a una niña llorando en bicicleta
yo no podría hacer, las dos cosas a la vez.
Yo no podría – Rodolfo Edwards



En el mundo hay noventa y ocho millones de chicos trabajando. En Argentina son 760.000.

La Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) considera trabajo infantil a “toda actividad o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niños y niñas que no tienen la edad mínima de admisión al trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria”. En nuestro país, la ley 26.390 prohíbe que trabajen los menores de 16 años. En abril de 2013 se promulgó además otra ley, la 26.847, que penaliza con prisión de uno a cuatro años la utilización de mano de obra infantil. Con esta nueva norma, por primera vez el trabajo infantil quedó tipificado como delito y puede ser castigado con la cárcel.
Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) comenzó a desarrollar en Marzo de este año un proyecto en la Argentina para luchar contra esta calamidad, llamado “Offside: ¡marcando la cancha!”. El mismo está patrocinado por una beca de
$2,5 millones de dólares del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos y persigue el objetivo de desarrollar mejores prácticas en la lucha contra el trabajo infantil, sobre todo en el sector agropecuario, donde trabaja el 77%.

De todas formas, parece que cada vez menos sectores quedan exentos: el informe anual del observatorio de la Universidad Católica Argentina demuestra que el trabajo infantil aumentó en los sectores medio y medio-alto. “Cuando los adultos no tienen trabajo, los chicos tampoco. Ante la falta de trabajo informal y changas, en los sectores más pobres el trabajo infantil bajó. La clase media, en cambio, sale a defender sus recursos con su propia fuente, o sea, su familia, en lugar de tomar empleados” expresó Ianina Tuñón, Investigadora Responsable del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia.
Afortunadamente, las prioridades del mundo están cambiando. Bancos, inversores y consumidores prestan cada vez más atención a la cadena productiva, buscando tomar decisiones a consciencia y fomentando así la responsabilidad social.
Además de perpetuar la pobreza, el trabajo infantil afecta tanto la salud física como psicológica de los chicos, privándolos de posibilidades y limitando su futuro. Al chico que trabaja, le han  arrancado de las manos dos de sus derechos fundamentales más preciados: el derecho a la educación y el derecho al juego. El 12 de Junio es el día Mundial contra al Trabajo Infantil. Con los derechos de los chicos no.
Si conoces algún caso de trabajo infantil, podes ayudar denunciándolo al CONAETI, llamando al (011) 4310-5814 o enviando un mail a conaeti@trabajo.gob.ar.

Por Carolina Arriagada para Proyecto Pura Vida

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