En la Argentina necesitamos una ley nacional impositiva que
permita a donantes particulares (personas físicas) y a empresas, debitar en
impuestos un porcentaje del total donado a organizaciones sin fines de lucro.
La ley actual permite la exención, a través de un proceso bastante engorroso,
solo a colaboraciones hechas a organizaciones que trabajan en el área de salud,
investigación o educación, de acuerdo a la Ley del Impuesto a las Ganancias
20.628, artículo 81. En otras palabras, necesitamos una nueva ley que otorgue
beneficios impositivos a quienes hagan una contribución mensual y regular a
ONGs, sin importar su área de acción.
Por qué es importante instalar el tema en la agenda
nacional?. Por muchas razones, acá 3 de ellas.
1. Porque las
problemáticas que tiene nuestro país son tan variadas que se salen del
triángulo “salud, investigación y educación”. Las ONGs abordamos una
multiplicidad de situaciones que deben ser revertidas, y necesitamos un marco
legal que acompañe y beneficie el quehacer diario de esas causas, que a veces
son olvidadas y postergadas. Las organizaciones cubrimos un vacío y,
pretendemos que ese vacío comience a achicarse con regulaciones que nos ayuden
a realizar mejor nuestra tarea y que optimicen nuestros recursos.
2. Porque es
imperativo instalar y promover la cultura de la colaboración económica y el
acompañamiento en el tiempo a organizaciones que lideran causas sociales. En
muchos casos, las ONGs tenemos una experiencia en terreno tan consistente, que
el impacto positivo de nuestras acciones debe expandirse en vez de reducirse.
3. Porque el
beneficio impositivo tiene experiencias absolutamente exitosas en otras
latitudes. Países como Estados Unidos, España, Suiza, Japón o Alemania tiene
políticas que invitan a personas y empresas a sumarse a causas sociales a través de la fácil
exención de impuestos de lo donado. Por eso buscamos evolucionar hacia lo que
sucede en los países más desarrollados a nivel socioeconómico, no se está
planteando una utopía.
Ante esta situación decidimos convocar a la comunidad a
juntar firmas para ser presentadas ante el organismo pertinente, para que
nuestra voz sea escuchada y se tomen las medidas necesarias. Las personas
solidarias somos activas, vemos oportunidades de mejora en las injusticias, en
la exclusión o en las carencias. Salimos de la queja para adentrarnos en vías
resolutivas de acción. La normativa de un país debe moverse de acuerdo a la
realidad de su pueblo y nuestra realidad es que hay muchas comunidades que
necesitan con urgencia un acompañamiento desde diversas aristas, y ahí estamos
las organizaciones sociales, dispuestas a ayudar y lo podemos hacer mejor si
tenemos los recursos para acercar programas y soluciones sólidas.
Es fundamental que TODAS las organizaciones, sin distinción
de área de la causa que perseguimos, podamos otorgar el certificado de exención
que permite el débito, para poder aumentar exponencialmente el acompañamiento
financiero que se necesita para dar continuidad, en el mediano y largo plazo, a
las soluciones que llevamos a las comunidades en situación de vulnerabilidad en
nuestro país. SUMATE! FIRMA ACÁ
Por Martha Lucía Soto para Proyecto Pura Vida
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