sábado, 19 de abril de 2014

“Ser voluntario es una experiencia que moviliza”

Así lo expresó Gastón Sosa, voluntario en Casa M.A.N.U, quien decidió escribir sobre su propia experiencia. Proyecto Pura Vida comparte el testimonio de este joven con algo más que un simple granito de arena. 


Este colaborador es una persona de carne y hueso. Está casado, trabaja y actualmente tiene un hijo. Decidió formar parte del hogar pensado para acoger a los niños/as con VIH o SIDA que, por diferentes motivos, son abandonados o no cuentan con familiares a su cargo.
Silvia Cassas, directora de esta ONG, nos contó que “aún viviendo muy lejos del Hogar, viajaba un montón para llegar el día de su franco y cumplir con tareas voluntarias”.  También expresó que al momento de cuidar a los niños que viven en Casa Manu, él era uno más cambiando pañales, acunando o alimentando a los chicos/as.
Si bien interrumpió su actividad momentáneamente, debido a complicaciones laborales y al cuidado de su propio bebé, Gastón no se quedó quieto y compartió lo vivido en Mucho Amor Nos Une (M.A.N.U): 


Voluntario

"Necesitaba escribir aunque sea unas líneas sobre esta experiencia. Y al no saber cómo comenzar, se me ocurrió buscar su definición en el diccionario: <<Voluntario/a: Persona que, por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir remuneración por esto>>. 
Lo cual me llevó a otra definición: 
<<Remuneración: Cantidad de dinero o cosa con que se paga por un servicio o trabajo>>. 
Y ahora viene una pregunta a mí: ¿realmente es así? El voluntario suena a súper héroe. Una persona maravillosa que no recibe nada a cambio. ¿No recibe nada? ¿Interiormente, no está en una búsqueda? Una búsqueda, muchas veces, inconsciente. Una búsqueda que, muchas veces, su ego no le permite vislumbrar.
El ser voluntario es uno de los servicios mejor remunerados. Lo que se recibe a cambio siempre es superior a nuestra acción.
Nunca es mejor para este momento que una frase hecha: “es un antes y un después”. En mi experiencia puedo describir cuanto recibí a cambio de mi tiempo. 
En Casa Manu:
-          Aprendí a ser padre antes que naciera Tobías.
-          Aprendí a ser un mejor marido.
-          Descubrieron mis ojos al amor más puro y sincero: el amor de los niños.
-          Comprendí cuanto nos limitan la ignorancia y los prejuicios.
-          Mi visión de la vida se ha transformado. Cada niño que veo acapara mi atención.
-          Aprendí a decirles a las personas cuanto las amo.
Ser voluntario es una experiencia que moviliza las sensaciones más profundas de nuestro ser. Todo el que sufre deja de ser invisible a nuestros ojos. Luego de ser voluntario ya nada es igual.
Todo esto me lleva a pensar en una nueva palabra que suplante a la de voluntario. Suena a un esfuerzo, a algo que nos deja nada. Suena a que vas a ayudar por nada. Y sabés, en realidad, al que ayudan es a vos. O de última dejemos voluntario, pero pensemos en una nueva definición. Se me ocurre en este momento:
Voluntario/a: 

Persona que, por una necesidad interior, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria. La cual le permitirá vivir una experiencia que tocará su vida. Y por la cual quedará en deuda.

Anímense, y toquen sus vidas."


Y vos, ¿qué estás esperando?



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