sábado, 23 de mayo de 2015

No a la Violencia: #NiUnaMenos

Realmente, ¿somos conscientes de lo que está sucediendo en la sociedad?, ¿queremos    formar parte de “un cambio”?. A modo personal, cabe aclarar que la palabra cambio siempre suena de forma positiva pero en este caso me pregunto, ¿cómo llegamos a necesitar un cambio? Porque este cambio que se está pidiendo es para que mujeres de nuestra sociedad dejen de ser parte del enemigo actual: la violencia de género. Apareció como un fantasma al principio pero luego comenzó a tomar revuelo en los grandes medios televisivos y gráficos. La Argentina no quiere NI UNA MÁS CALLADA y #NI UNA MENOS.

“La muerte de Chiara Páez, una adolescente de 14 años, embarazada, enterrada en el patio de casa de su novio, de 16, ha hecho estallar las redes sociales en Argentina con la convocatoria de una movilización que, bajo la consigna "Ni una menos", exigirá medidas contra los feminicidios”, dijo el portal online EFE.

Esto no comenzó ayer, es algo que perdura vigente a lo largo de nuestra historia. La justicia sigue mirando los casos, pero en mi opinión, se queda solo en eso. Esta idea de movilizar a las mujeres y no sólo a nosotras sino también a todos, a los sectores oficialistas, a los no oficialistas, a grandes figuras reconocidas, a las que no conocemos pero son los que no poseen voz en los medios: tu mamá, tu hermana, tu vecina, tu amiga, a cualquiera, a vos, a mí, nos puede pasar y hay que dejar de lado la política, pensar cómo queremos seguir, qué leyes hay que cambiar para que la sociedad no enferme más de lo que ya lo esta. Hay que pensar que puede pasarle a cualquiera de nosotras, hay que fomentar el no quedarse en la zona de confort, salir a luchar para que no haya más víctimas, para ya no tengan miedo de hablar y no necesiten callar porque sino alguien las va a golpear. 

Que las mujeres elijan sobre su cuerpo: cómo desean vestirse, qué no les queda bien, qué quieren comer y que con eso no sean culpables contando las calorías como si un kilo demás de verdad afectara lo que realmente somos, algo más que un cuerpo, un envase. 

Hay que luchar para que el amor sea sano, tanto en la amistad como en el cariño en una pareja, el amor no es violencia, el amor es ser compañero, querer como es el otro, aceptar las miserias y moldear la pareja, golpear no es sinónimo de amor, es sinónimo de odio y de humillación.

Por Ma. Eugenia Bamonte (euge.bamonte@gmail.com) para Proyecto Pura Vida

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