Deporte para la Inclusión Social

Sin lugar a dudas, el deporte es mucho más que la mera actividad física. Además de sus innumerables beneficios para la salud, su práctica funciona como una herramienta fundamental para el desarrollo de una persona, aportando valores y permitiendo un pleno desarrollo personal y social.

Desde el primer día, la práctica deportiva es puro aprendizaje. Sea de manera individual o en equipo, se comienzan a establecer lazos entre los distintos miembros del grupo fomentando valores importantes, tales como la responsabilidad, el compromiso, la solidaridad y respeto. Asimismo, el afán de superarse dentro una sana competencia sirve como una excelente motivación para el crecimiento personal.

Justamente por los grandes beneficios individuales y sociales que retribuye un deporte, es por lo que se lo considera sumamente efectivo para personas que vivan alguna situación de vulnerabilidad, discapacidad o exclusión. Dentro de una cancha, no hay desigualdades. Un programa social deportivo genera situaciones de inclusión, promoviendo la educación, la salud y la organización de una comunidad, sin ningún tipo de discriminación.

Una de las modalidades mundiales de inclusión deportiva es conocida como “Mixed Hability Rugby” (Rugby de Habilidad Mezclada). De los 15 integrantes de un equipo, 6 o 7 son personas con capacidades diferentes -síndrome de Down, afectación cognitiva, trastorno del espectro autista-  y 8 o 9 son facilitadores, jugadores con experiencia o ex jugadores que se suman a los partidos para ayudar a los chicos en el juego.

En Argentina, esta modalidad se luce en la camiseta de Pumpas XV, el primer equipo nacional de rugby inclusivo en el que participan chicos con discapacidad. Con orígenes en el club Banco Hipotecario de Buenos Aires, los Pumpas ya  hicieron una gira por Mendoza y en Agosto participarán en el mundial de España.

Los chicos son los protagonistas y a la vez atraviesan el compromiso, la responsabilidad y los valores que se transmiten con el rugby. Pumpas XV es uno de los orgullos nacionales que tenemos y un claro ejemplo del increíble poder de inclusión social que puede tener el deporte.

Por Nati Stanchi para Proyecto Pura Vida