viernes, 10 de febrero de 2017

Nuestra Propia Reserva Natural

Si de algo debe estar orgulloso un argentino es de su inexplicable patagonia. Los caminos resaltan no sólo por su color, flora y fauna, sino por su naturalidad. A comparación de las grandes ciudades del país, los escenarios patagónicos están extentos de los cambios que la mano del hombre puede generar.

En Río Negro y Neuquén, el protagonismo es del Lago Nahuel Huapi y Lago Lácar respectivamente, que junto con las montañas forman uno de los retratos más impresionantes del sur del país. Estas aguas decoran los Parques Nacionales que se adaptan al turismo con caminos, arboledas, pequeñas provedurías y miradores para disfrutar del lugar.

Los visitantes en temporada alta son numerosos y es inevitable no pensar cómo con tanta cantidad de gente es posible disfrutar de la impecabilidad y pureza de cada reserva natural. Esto se debe a la responsabilidad social que adoptan los turistas al llegar al lugar, quienes aprecian la naturaleza y cuidan de ella. Lo mismo ocurre con los aventureros que suben la montaña, que regresan con su bolsa de residuos, no dañan la flora, cuidan donde pisan y es muy poco usual ver a alguien que se comporte de otro modo.

El reciclaje, la separación de residuos y el cuidado de la energía están muy presentes en las ciudades sureñas como Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de los Andes. En pueblos más alejados, campings y refugios de montaña, toda la basura orgánica se utiliza como compost para fertilizar los suelos.

La belleza de los paisajes es imnotizadora y justamente por esa belleza es que no se contamina con nada que pueda dañarla. La pregunta es por qué no instalar ese respeto y cuidado del medioambiente en  nuestro día a día hacia el lugar que habitamos?. Dependiendo desde donde estés, el paisaje que te abraza puede ser un cerro, una calle o una autopista y cada lugar merece cuidado y respeto. El desafío es convertir tu lugar, en tu propia reserva natural. Cómo? Haciendo tu máximo esfuerzo para mantenerlo libre de residuos de cualquier tipo, sembrando plantas nativas de la zona o pequeñas plantas que oxigenen tu lugar. Toma la iniciativa y transformá tu entorno en un espacio agradable y limpio.

Por Natalia Stanchi para Proyecto Pura Vida

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