martes, 12 de noviembre de 2013

La PAZ al Alcance de Nuestras Manos

Nadie puede estar en contra de la paz ¿o sí? De un modo general, si preguntamos a las personas en cuanto a su posición respecto a la paz, la respuesta sería un rotundo posicionamiento a favor de un mundo sin violencia.

Ahora que estamos de acuerdo en que buscamos la paz, cabe preguntarnos qué significa pelear por la paz. ¿Qué ideas o imágenes nos vienen a la mente cuando hablamos de PAZ? ¿Qué situaciones son las que, desde nuestro punto de vista, amenazan la paz? Podemos pensar en grandes guerras, trasladarnos a lugares remotos en donde la paz está amenazada,  recordar dictaduras. Todos procesos enormes que por grandes y lejanos nos pueden conducir a que la búsqueda por la paz termine siendo meramente declaratoria.

Para evitar el riesgo de que nuestro anhelo de paz sea sólo una frase, una postura o una ilusión queremos proponer otro modo de entenderla. Mucho más cercana, al alcance de nuestra mano y de nuestro accionar diario.

La búsqueda por la paz, está a la vuelta de la esquina, en el día a día, en el trabajo, la escuela, nuestra casa. Luchar por la paz puede ser respetar a la persona que tengo al lado, sin gritos ni peleas. Sacando la mano de la bocina y levantando el pie del acelerador. No ser indiferentes con aquellas personas, conocidas o
anónimas, que puedan necesitarnos.

Todo puede empezar con un simple gesto: saludar, sólo eso, un saludo. Es simple, pero no por ello deja de ser efectivo. Un saludo es un mensaje de paz hacia el otro, es un reconocimiento y un buen trato. El saludo es el primer paso a un cambio de actitud, porque en definitiva, la búsqueda de la paz depende de un cambio de actitud.

Con esta reflexión no queremos ser utópicos, preferimos pensar en que se trata de un trabajo de hormiga, de un granito de arena, de una gota de agua en el mar…Preferimos creer en un posible efecto dominó, que contagie a todas las personas a partir de un saludo y que traslade una actitud amable para revertir los actos de violencia cotidianos.

Podemos empezar así, logrando paz interior  con estas acciones y buscando que se multipliquen las individualidades. De esta manera la potencialidad de paz en el mundo se vuelve “peligrosamente” real. ¿ Empezamos hoy?


1 comentario:

  1. ...y si esa persona que hoy saludaste, por esa simple muestra de respeto que recibió, esperó al pasajero que venía corriendo desaforado; luego él, cómodamente sentado, cedió el asiento...

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